Almería

'El triste limón', el nuevo libro de María Domínguez

  • Educar en el valor de la empatía a través de un cuento es posible.

Entrevista a una escritora infantil e ilustradora: 'El triste limón', el nuevo libro de María Domínguez

Entrevista a una escritora infantil e ilustradora: 'El triste limón', el nuevo libro de María Domínguez / Rubén García Felices

Un limón protagoniza el nuevo libro de María Domínguez y Velázquez de Castro, exprofesora de Educación Primaria ya jubilada, en el que trabaja la empatía. María cree en la fábula e ilustración como el camino más directo para conectar con los niños, y por eso es una enamorada de los cuentos. En esta extraordinaria historia, llena de colorido y de personajes sorprendentes, esta autora intenta despertar en sus lectores la inquietud por aprender y los valores que les pueden hacer sentir únicos y orgullosos de sí mismos. María Domínguez es una persona muy querida por los niños y niñas, trabajó durante treinta años impartiendo clases en distintos centros de Educación Primaria y, en la entrevista nos cuenta todos los detalles de El triste limón, una historia de complicidad emocional, en la que los niños aprenderán a ponerse en el lugar de los demás, siendo tolerantes y respetuosos abrazando las diferencias. El libro cuenta con un código QR para disfrutar de la historia narrada por su autora. Editado en junio de este año por la editorial infantil y juvenil BABIDI-BÚ, un sello español con gran relevancia en el sector. El álbum ilustrado está publicado en lengua castellana.

R. G. F.: Háblame sobre ti y tu familia en relación al arte.

María: Soy una escritora infantil e ilustradora y una enamorada del arte en todas sus facetas, nacida en Almería en marzo del 1958, en el seno de una familia numerosa y de artistas; yo soy la cuarta de nueve hermanos. Estoy casada y tengo una hija, Esperanza, la cual ha heredado de mí el entusiasmo por la educación, ejerciendo actualmente su profesión como maestra de educación infantil. Mi padre, Diego Domínguez Herrero, trabajó en el periódico La Voz de Almería (por entonces llamado el Yugo), le contrataron como dibujante e ilustrador a la edad de 19 años, pero continuó como redactor, aunque su verdadera vocación era pintar, y con el tiempo llegó a convertirse en un gran artista almeriense reconocido por su trabajo. En cuanto a mi madre, ella se dedicó en exclusiva al cuidado del hogar y de la familia. Aún recuerdo cuando era niña que mi madre me contaba cuentos y a mí me entusiasmaba escucharlos, cuentos e historias clásicas infantiles, incluso algunos inventados por ella misma. De mi padre heredé el amor por el arte, y de mi madre la pasión por los cuentos, con los que disfrutaba junto a mis hermanos en los encuentros familiares. De igual manera de mi tío Miguel, hermano de mi padre, me quedé con el amor por la poesía, pues él era todo un poeta a la hora de recitar. Mis dos hermanos mayores estudiaron Bellas Artes, y yo hice Magisterio en la especialidad de Ciencias Humanas. A la edad de 26 años yo ya estaba trabajando en una escuela. Por si fuera poco, mi abuelo, también fue un gran artista. Casualmente, quiero decir que durante estos días en el Patio de Luces de la Diputación de Almería, tanto mi padre como dos de mis hermanos (Manuel y Diego Domínguez y Velázquez de Castro), al igual que mi cuñada (Carmen María Martínez Martínez), participan con obra suya en la exposición titulada “200 años de pintura almeriense”, que está comisariada por Juan Manuel Martín Robles, y que consta de un ciclo de tres exposiciones colectivas.

R. G. F.: ¿Cómo comenzaste a escribir? ¿Y a dibujar?

María: Pues la verdad desde siempre me gustó contar historias y cuentos, primero a mis hermanos menores y después en la escuela a mi alumnado. Colaborando en actividades de animación a la lectura, recuerdo especialmente una formación que coordiné en el centro educativo “Giner de los Ríos”, la llamé “Poesía, historia y vida en tres dimensiones”, esta actividad supuso todo un reto para mí y una inyección de amor a la poesía. El colegio se llenó de color, y las mentes de bellos poemas, los niños y niñas mostraron gran interés por la lectura. Por otra parte, me viene a la memoria cuando de niña dibujaba princesitas y se las enseñaba a mi padre buscando su aprobación. Ya de adulta, me estrené como ilustradora en la novela: El platillo de Tabernas, de Pilar Quirosa-Cheyrouze, que fue una gran amiga mía a la que le debo mucho y a quién lloré con tristeza su pérdida. Aunque yo trabajaba como maestra nunca dejé de lado el dibujo, teniendo aún hoy en día guardados en casa algunos de ellos, sobre todo paisajes y retratos. He pintado con pintura para tela, al agua, ceras, pastel y óleo. En mi estantería tengo carpetas de dibujos, fichas, poesías, obras teatrales y cuentos, además de recursos metodológicos que diseñé para trabajar en el aula.

R. G. F.: En diciembre de 2018 autoeditaste tu primer libro, Navegando entre versos, un poemario infantil que tú misma ilustraste. Háblame un poco sobre él.

María: Se trata de un poemario que consta de 29 poesías infantiles ilustradas por mí (tal y como tú has dicho), todas ellas inspiradas en experiencias propias vividas. Cada poema ilustrado es un viaje de emociones, a través de ellas, el lector, consigue desarrollar valores fundamentales para la integridad humana.

R. G. F.: Me gustaría saber que rutinas tienes a la hora de escribir.

María: Cuando escribo suele ser de forma espontánea, ya que no soy una persona metódica, lo hago en cuanto me viene la inspiración y esto puede ser en cualquier momento, como por ejemplo: mientras estoy dando un paseo, en la cocina o haciendo cualquier otra tarea, es ahí cuando elaboro un borrador para luego darle forma.

María Domínguez y Velázquez de Castro María Domínguez y Velázquez de Castro

María Domínguez y Velázquez de Castro / Rubén García Felices

R. G. F.: El 17 de octubre presentaste tu segundo álbum infantil, El triste limón, en la Biblioteca Municipal "Miguel de Cervantes" en Berja, Almería. ¿Cómo te resultó la experiencia? ¿Qué van a encontrar los lectores en tu nuevo libro?

María: La experiencia me resultó muy gratificante, tanto por el espacio en sí donde desarrollé la actividad, ya que era un lugar bastante acogedor, como por el trato del personal laboral que fue excelente y la buena acogida del público en general. En El triste limón los lectores se van a encontrar con unos atrayentes personajes que les harán ver en esta interesante fábula el gran valor de la empatía y la importancia del respeto por el otro.

R. G. F.: ¿De qué trata la historia?

María: La historia trata sobre un limón que cae de su árbol y un niño le insulta sin más. Pero el protagonista no es un limón cualquiera, porque al igual que tú y que yo, tiene vida propia, corazón y sentimientos. El triste limón necesita ayuda y encontrar a algún amigo que le devuelva la confianza y alegría.

R. G. F.: ¿Existe un destino ya escrito o lo creamos las personas con nuestros actos?

María: Lo creamos las personas con nuestros actos, dado que el compartimiento y la actitud con la que enfocamos y desarrollamos nuestro día a día es el resultado de lo que somos y hacemos en la mayoría de los casos.

R. G. F.: ¿Me puedes decir qué técnicas has utilizado para ilustrar tus dos libros? ¿Y cuáles son tus ilustraciones favoritas?

María: Los dibujos de Navegando entre versos los hice con lápices de colores y los de El triste limón con acuarelas. Mi ilustración favorita en este último álbum es una en la que todos los personajes del cuento aparecen juntos, ésta refleja el momento en el que el valor del perdón y, por consiguiente, el arrepentimiento se dan la mano.

R. G. F.: ¿Cómo llegaste a BABIDI-BÚ y cómo ha sido tu experiencia publicando con esta editorial?

María: Llegué a ella a través de las redes sociales, les contacté y aceptaron mi obra, ya que El triste limón transmite unos valores que comulgan con su filosofía didáctica. Para mí ha sido una grata experiencia trabajar con el gran equipo humano que compone esta editorial, tan serios y a la vez tan cercanos y resolutivos.

R. G. F.: No hace mucho estuviste presentando tu obra Navegando entre versos en varios colegios de la provincia, y lo hiciste divirtiéndote con las marionetas de tus personajes, utilizando la poesía como recurso didáctico. ¿Puedes hablarme sobre ello?

María: Para mí, fue muy emocionante volver a las escuelas con mi primer libro, las marionetas y todo el material complementario que he creado yo misma para poder recitar las poesías con los respectivos personajes, ya que hicieron despertar un interés especial en el alumnado y disfrutamos todos mucho.

R. G. F.: ¿Me recomiendas algunos libros para niños y niñas?

María: El monstruo de los colores, escrito por Anna Llenas, y por supuesto los poemas infantiles de Gloria Fuertes y de Ana María Romero Yebra.

R. G. F.: ¿A qué autor/a admiras más?

María: A Ana María Romero Yebra, una gran autora y excompañera de trabajo. Una de sus obras que más me gusta se titula: El hada del arcoíris.

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