Esfuerzo, sacrificio y dedicación permanente
El teniente general Virgilio Sañudo preside los actos conmemorativos de la Fundación de La Legión en la Base Militar Álvarez de Sotomayor de Viator
"Hoy es un día de reflexión, de analizar la herencia recibida, de agradecer la capacidad de entrega y sacrificio de todos los que nos han precedido en el servicio a España desde estas filas, pero es también un momento de compromiso, es un momento en el que reconocemos con humildad que la herencia transmitida nos la tenemos que ganar día a día, que la historia y tradiciones que hemos recibido nos requieren un esfuerzo permanente en la instrucción y el adiestramiento para alcanzar y mantener los altos niveles de eficacia que se nos piden". Así lo expresó el general jefe de la Brigada de La Legión 'Rey Alfonso XIII', Francisco Javier Varela Salas, durante los actos que ayer se celebraron en la Base Militar Álvarez de Sotomayor, de Viator, para conmemorar el 89 aniversario fundacional de La Legión, y que fueron presididos por el teniente general Virgilio Sañudo Alonso de Celis, general jefe de la Fuerza Terrestre.
Hoy hace 89 años que se alistó el primer legionario en el recién creado Tercio de Extranjeros, manifestó el general Varela durante su alocución. La guerra que en aquellos momentos se libraba en África requería la creación de una nueva Unidad, una Unidad profesional, moderna y dispuesta permanentemente para ser empleada en los puestos de mayor riesgo y fatiga. Desde 1920 hasta el día de hoy, La Legión ha participado en todos los escenarios bélicos en los que se han involucrado unidades españolas, fiel a los parámetros que aconsejaron su creación, y consiguiendo el alto prestigio que nos corresponde a nosotros mantener e incrementar.
Ser Legión, ser legionario, continuó el jefe de la BRILEG, no es algo que se hereda: exige esfuerzo, exige sacrificio , exige dedicación permanente. "Ser Dama y Caballero son títulos que nos reclaman ser ejemplares ante nuestros ciudadanos en comportamiento, en compromiso, en generosidad. Por eso, aquí, en la casa donde rendimos culto al honor, no pueden formar con nosotros quienes no sepan dar lo mejor de sí mismos en todo momento, en cualquier situación o circunstancia".
Tras las referencias al pasado histórico y a la realidad presente, el general Varela Salas hizo una mirada al futuro. "Además de la herencia que tenemos que preservar y que debe ser referencia permanente de nuestro compromiso de disponibilidad y eficacia, nuestra mirada se dirige al futuro. En el proceso de adaptación permanente en el que nos encontramos, y ya consolidado el Grupo de Reconocimiento de Caballería, nos espera el próximo año la tarea de activar el Batallón de Zapadores de La Legión, que incrementará de manera significativa las capacidades operativas actuales de la Brigada.
El general Varela también destacó la participación en las operaciones internacionales de mantenimiento de la paz. "Hoy, además, estamos finalizando la preparación del equipo de adiestramiento y en lace con el ejército afgano, que desplegará en breve en Herat, y hemos iniciado la preparación de un nuevo contingente que asumirá importantes cometidos de seguridad y reconstrucción en Afganistán en la próxima primavera. Para finalizar, recordad que la preparación para el combate es nuestra razón de ser, es nuestro futuro y es nuestra prioridad, y a esta preparación dedicaremos nuestro máximo esfuerzo en los próximos meses".
Entre las autoridades militares asistieron al acto el general de División, José Manuel Muñoz, quien también estuvo al frente de la BRILEG; el coronel Juan Carlos Rubio, subdelegado de Defensa; y el nuevo comandante naval, Luis Fernando Serrano. Entre otras autoridades civiles, el alcalde de Viator, Cristóbal Urrutia; el magistrado de la Sala V del Tribunal Supremo, Benito Gálvez; subdelegado del Gobierno, Andrés Heras; y el alcalde de Gádor, Eugenio Gonzálvez, que recibió el título de Legionario de Honor de manos del general Varela.
A continuación se realizó la entrega de premios por parte de las cofradías hermanadas con La Legión y la imposición de distintas condecoraciones. Cerca de 4000 personas abarrotaron las tribunas instaladas en el Patio de Armas, teniendo que permanecer muchas de ellas en pie ante la imposibilidad material de espacio. La solemnidad de la celebración y el hecho de ser un día festivo contribuyó a esta multitudinaria presencia de familiares y almerienses amantes de La Legión en la Base de Viator, provocando grandes retenciones en los accesos por La Juaida y haciendo que una interminable columna de vehículos tardara sesenta minutos exactos en recorrer un kilómetro de distancia, ya que se dio prioridad a los vehículos que accedieron por la autovía.
Un total de 1506 legionarios participaron en la formación, distribuidos entre 264 mandos y 1.242 efectivos como personal de tropa bajo el mando del coronel Pedro Pérez, pertenecientes a las Unidades de Cuartel general, Tercio 3º 'Don Juan de Austria', Bandera de Cuartel General, Grupo de Artillería, Grupo Logístico, Unidad de Zapadores y Compañía de Transmisiones.
Los guiones y banderines de las Unidades desfilaron a paso lento hasta el monumento en el que había sido entronizado el Cristo de la Buena Muerte por una escuadra de gastadores de la VIII Bandera para realizar el homenaje a los muertos, mientras legionarios y todo el público asistente cantó 'El novio de la muerte'.
Tras una oración por el capellán castrense, una Compañía del tercio 3º efectuó una descarga de fusilería, finalizada con los aplausos del público que siguió toda la ceremonia con profundo respeto y especial emoción por el recuerdo de quienes han muerto en las filas de La Legión al servicio de España.
El canto de los himnos y el recitado de los espíritus del Credo Legionario, de Disciplina y de la Bandera de La Legión, precedieron la despedida de la Bandera de Combate del Tercio 3º y el marcial desfile de todas las unidades participantes en la formación. El teniente general Sañudo felicitó al coronel Pérez como jefe de la línea por la brillantez y perfección del acto, felicitación que éste transmitió de viva voz a sus mandos y a todo el personal.
Con un vino de honor concluyó una vibrante, brillante y calurosa jornada, que puso fin a una semana de actividades culturales, deportivas y recreativas en las que legionarios, familiares y civiles han vivido grandes momentos de confraternización.
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