Fallece un abogado con la toga puesta durante su intervención en un juicio

Los profesionales sanitarios no pudieron hacer nada para salvar su vida, ni siquiera los forenses del Instituto de Medicina Legal pudieron reanimarle con el desfibrilador de la Ciudad de la Justicia

La UVI móvil tardó en llegar apenas diez minutos, pero los facultativos sólo pudieron certificar la muerte.
María José Uroz / Almería

18 de julio 2012 - 01:00

El sector de la abogacía de Almería está hoy de luto. Francisco Javier Mejía Ruiz, un letrado con más de 25 años de trayectoria en la profesión falleció ayer durante su intervención en un juicio en la Ciudad de la Justicia de la capital. Un infarto paró el reloj de su vida y por más que lo intentaron tanto los forenses del Instituto de Medicina Legal, como los profesionales sanitarios del 061, no pudieron hacer nada para reanimarle. Ni siquiera el desfibrilador de las instalaciones pudo devolverle a la vida.

Con 54 años de edad, Francisco Javier Mejía murió con la toga puesta y ejerciendo la profesión que más satisfacciones le reportaba. Antes de ser abogado había sido empresario y gerente de varias empresas promotoras e inmobiliarias, según informaron a este periódico sus compañeros del Colegio y sus conocidos.

El fatídico sucesos ocurrió sobre las 12:45 horas, cuando el abogado se encontraba informando en un juicio por deficiencias en una obra. Estaba codo con codo con el decano del Colegio de Abogados de Almería, José Pascual Pozo, quien ayer manifestó su bajo estado de ánimo por haber perdido a "un gran amigo, un gran profesional y un estimable compañero de profesión".

Pascual Pozo, con la voz quebrada por el dolor, explicó a Diario de Almería que "todo ocurrió en cuestión de segundos". "Empezó a hablar y nadie notó nada, pero al cabo de unos minutos empezó a sudar y dijo que se encontraba mal. No habían pasado ni tres segundos cuando se desvaneció y cayó al suelo. Rápidamente intentaron reanimarle pero fue inútil", señaló el decano, al tiempo que indicó que un infarto masivo se llevó su vida a los 54 años de edad.

Francisco Javier estaba casado y tenía dos hijos, de 12 y 23 años. Sus familiares fueron directamente al tanatorio de Almería, donde ha tenido lugar el velatorio. El entierro será hoy a las 17:00 horas después del funeral que se oficiará en la capilla del mismo tanatorio.

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