Taconear sobre un cajón flamenco, bocabajo en una estructura de hierro o encima de un compañero de escena. Los Vivancos demostraron lo que significa la palabra espectáculo y consiguieron sorprender a un público entregado y mayoritariamente femenino. Con un Auditorio con la mejor entrada de todo el Festival, quedaban pocas butacas libres, se dio paso a una posterior clausura multitudinaria en el Parque Municipal.

Antes de que comenzara el show de Los Vivancos, se calentó motores con dos espectáculos por la tarde en el Parque Municipal. Yera Teatro llegó con la representación de Humoris causa, una obra con una mezcla de humor, gimnasia artística y trucos de magia. Uno de los números se realizó con frases de un periódico y una mujer del público, en una frase contenía la frase que había tocado al azar. El otro compañero ofreció una demostración de fuerza con gimnasia artística.

Pero la tarde no acababa ahí, en otro espacio del Parque Municipal, los cuatro bailarines de Producciones Imperdibles demostraron que cada espectáculo que realizan está lleno de innovación. En un círculo, se veía bailar a los artistas, y sin ningún sonido se observaban diferentes movimientos. Los únicos que escuchaban la melodía eran los que se encontraban sentados con unos cascos. El espectáculo de la compañía es Una mirada interior, una representación donde se mostraban distintas emociones.

Pero la auténtica revolución del día de clausura llegaría con Aeternum, el nuevo espectáculo de Los Vivancos. Entre el público, se podía ver a público de todas las edades, en su mayoría mujeres, y a los miembros de Producciones Imperdibles, antes de su próxima actuación. Sobre 900 personas, se entregaron al arte de estos siete hermanos que convencieron de forma rotunda. Suben lentamente el telón y se puede ver una tela blanca que se extiende a lo alto del escenario y en la parte superior se une a cada uno de los artistas. Bajan, se quitan la capucha y un taconeo sincronizado y vibrante consiguió los primeros olés de los asistentes.

Los Vivancos demostraron energía durante todo el espectáculo, aunque uno de los números en el que uno de ellos se movió con una bata de cola demostró que los movimientos delicados también forman parte de su espectáculo.

Música potente e interpretación de instrumentos a la vez que taconeaba e incluso se hicieron números circenses a la vez. Bravos y más bravos se escuchaban entre los asistentes, pero el furor llegó cuando los hermanos aparecieron en el escenario sin camiseta: los bravos se cambiaron por guapos. Los Vivancos realizaron coreografías con los ojos vendados y taconearon en una plataforma bocabajo demostrando su fuerza. Tras el espectáculo, firmaron autógrafos.

Pero la clausura no acabó ahí, Yera Teatro ofreció el espectáculo Océano con zancudos, un carro gigante con pirotecnia y un pasacalles hasta el Parque lleno de momentos sorprendentes. Allí, el equipo de Cultura, incluso el concejal, José Andrés Cano, se pusieron manos a la obra para servir el tradicional mojito fin de fiesta. La Compañía Maravilla Teatro y Música ofreció un espectáculo donde la música y el humor gestual fueron los principales ingredientes. Se baja el telón del 35º Aniversario del Festival de Teatro.