En el IES Valle del Almanzora de Cantoria, cuando suena el timbre, los pasillos se convierten en una carrera de fondo a ver quien llega antes al radiador. O estufa. Lo que quiera que sea. Fran Martínez, de quince años, sujeta con fuerza la pancarta y busca el respaldo de sus compañeros que asienten con la cabeza. Están en la puerta de la Delegación de Educación de la Junta de Andalucía. Dos autobuses en la puerta y un grupo de periodistas sentados al sol. El alcalde de la localidad, Pedro María Llamas, no deja de atender el móvil.

Aproximadamente son sesenta estudiantes, de tercer curso de ESO y Bachillerato. Vienen acompañados por algunos padres y el concejal de Juventud, Víctor Picazos. Preguntan por el delegado, Francisco Maldonado, pero está de visita por los distintos municipios de la provincia. Pasan algunos trabajadores. Miran. No preguntan. Cristina Mora se envuelve en una manta celeste con lunares verdes, la que diariamente lleva a clase. "Las estufas nos las rifamos", afirma.

Abriendo paso, atendiendo a los medios de comunicación, María del Carmen Martos. Madre. "El problema que tenemos es que desde el año 2005 llevamos demandando una calefacción para nuestro centro, hicieron un informe en 2008 en el que aseguraban que según los datos había prevista una intervención de 130.000 euros pero... ¿tú sabes algo de ese dinero? Yo no". Mira a su derecha. Toma algunos papeles protegidos con un plástico transparente. "Mira, este es el escrito. El año pasado enviamos otro, pero no nos hacen caso". Han decidido movilizarse de nuevo. "Nuestros hijos tienen que ir a clase con el chaquetón, escribir con guantes, usando mantas individuales que tienen que ponerse por encima". "¡Eso baja el rendimiento!", exclama otra madre a su espalda.

Móvil en mano, ayudando a los jóvenes con la pancarta, el concejal de Juventud, Mario Picazos dice convencido que "como Ayuntamiento buscamos hacer presión para que de una vez por todas estos chicos tengan calefacción en el centro, donde aguantan en torno a 7 grados". Lejos, a unos kilómetros, en la puerta del instituto, otro grupo se manifiesta.

El delegado de Educación, Francisco Maldonado, al conocer la protesta ha querido dar importancia al hecho de que "alumnos de Educación Secundaria Obligatoria, que como su nombre indica es obligatoria, estén saltándose las clases". "Si mi hijo fuera uno de ellos, a buen seguro que no me gustaría nada que estuviera en la calle".

Ha matizado que, en estos momentos, el centro dispone de "20 radiadores que funcionan adecuadamente, aunque en su día se ofreció la instalación de bombas de calor, si ellos quieren otro sistema que lo digan porque se puede estudiar". Ha recordado al director que para su centro le fueron otorgados 110.000 euros para gastos de inversión. "Que ahora digan que no funcionan es algo extraño". Ha dado muestras de buena voluntad "siempre mediante el diálogo" y ha anunciado su intención inmediata de entrevistarse con el director del IES.

"No quiero ni debo entrar en dimes y diretes con el pueblo de Cabtoria, yo respeto el modo de hacer las cosas de cada uno y por mi parte, cumplí".

Pedro María Llamas, alcalde de la localidad, ha resaltado ante los presentes que su intención "no es hacer campaña electoral" y que "como alcalde es mi labor estar al frente, el delegado sí es un cargo político que parece que no recuerda que el presidente de la AMPA le pidió, en su momento, radiadores". Ha calificado las movilizaciones como "una decisión de los alumnos que no asistirán a clase ni hoy ni mañana, pero quiero destacar que su comportamiento es totalmente cívico".

Al término de la concentración, que comenzó con media hora de retraso, los alumnos regresaron a su localidad con la pancarta doblada. A su clase, para buscar resquicios de calor.