El próximo mes de septiembre se cumplirán diez años desde que una riada destrozó por completo la desaladora del Bajo Almanzora, ubicada en el núcleo de Villaricos, porque se había construido en una zona inundable. Con capacidad de producción de veinte hectómetros cúbicos era uno de los recursos del Programa AGUA de Acuamed con el que combatir el déficit hídrico de la provincia y su inutilización antes de que se abriera el grifo la convirtió en el peor símbolo de la estrategia de desalación con la que pretendían paliar la derogación del trasvase del Ebro en junio de 2004, pero que hizo aguas desde un primer momento.

Las obras han ido llegando mal y tarde, con modificados millonarios y precios insostenibles por metro cúbico. La inversión de Acuamed superó los 700 millones de euros y el plan no comenzó a dar sus frutos hasta la puesta en funcionamiento de la planta del Campo de Dalías en la recta final del año 2015. La reparación de la desaladora de Villaricos se presupuestaba año tras año (8,7 millones en 2014, 11,5 en 2015 y 22,5 en 2016), pero nunca comenzaba porque estaba inmersa en un proceso judicial que sentó a la excúpula de Acuamed en el banquillo de los acusados en la legislatura de Rajoy por una trama de corrupción destapada durante la operación Frontino.

Es más, no se habían liquidado las obras que en su día hizo FCC hasta sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía a principios de este año, lo que desbloqueaba por fin la posibilidad del arreglo. En febrero se adjudicó a Sacyr por 16 millones el contrato para la redacción del proyecto constructivo, ejecución de las obras y puesta en marcha y no llegará hasta 2024. Y será un hito para la desalación porque a los 20 hectómetros de la planta del Bajo Almanzora se van a sumar otros 9 de la ampliación de la desaladora de Carboneras, que pasará de producir 42 a 51 hm3 al año, y otros 10 de la del Campo de Dalías pasando de 30 a 40 anuales. La suma de los tres proyectos pondrá sobre la mesa 40 hectómetros cúbicos para una provincia que está viendo como se difumina el trasvase del Tajo-Segura que aporta anualmente 10 hectómetros cúbicos para abastecimiento y 15 para regadíos. 

La reapertura de la desaladora de Villaricos y las dos ampliaciones concluirán a lo largo de un año que será determinante en la batalla de Almería contra el déficit hídrico, tal y como ha argumentado a este periódico Teresa Ribera, ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Del trasvase del Tajo-Segura llegarán cada vez menos recursos que se tendrán que paliar con los que se generen en las desaladoras. “Hemos propuesto el crecimiento paulatino del caudal ecológico para que nos de tiempo a poner en marcha estas obras y no se produzca desfase. Tenemos que interconectar todas las disponibilidades y sumar el agua que pueda ser reutilizada”, asegura al tiempo que afirma ser consciente de que el alto precio del agua desalada puede suponer un freno para el milagro almeriense.

Su departamento autorizará en los próximos meses la posibilidad de que sean promotores de sus propias placas solares para que el autoabastecimiento contribuya a reducir gastos.  La Federación de Regantes de Almería reclama al Gobierno que establezca el coste del agua desalada en 30 céntimos por metro cúbico porque a partir de ahí se está echando por tierra la rentabilidad de la producción agroalimentaria que es el sostén de la economía almeriense.  

Teresa Ribera durante la entrevista concedida a Diario de Almería

DESALADORA BAJO ALMANZORA

En febrero Sacyr Agua se adjudicó el contrato de la empresa pública Acuamed, valorado en 16 millones de euros, para la redacción del proyecto constructivo, ejecución de las obras de reparación y posterior puesta en marcha de la planta desaladora del Bajo Almanzora que quedó inutilizada a finales de 2012 al sufrir la embestida de una riada. El Ministerio para la Transición Ecológica ha explicado que se ha formalizado el contrato y han comenzado los trabajos de redacción del proyecto. El plazo de ejecución del contrato es de 48 meses repartidos de la siguiente manera: 10 meses para la fase de redacción del proyecto, 14 meses para la fase de ejecución de las obras y puesta en marcha provisional y 24 meses para la fase de pruebas y puesta en marcha definitiva.

Se prevé la puesta en funcionamiento de la desaladora en 2024. En relación con el contrato de ampliación de las obras de protección de la planta desaladora, el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales (TARC) ha dictado resolución estimatoria del recurso especial en materia de contratación interpuesto por una de las empresas por su exclusión del procedimiento, ordenando la retroacción de actuaciones para que la Mesa de Contratación realice una nueva propuesta de adjudicación al Órgano de contratación. Está previsto que esta propuesta de adjudicación se apruebe en el Consejo de Administración de Acuamed de junio. El plazo de ejecución del contrato es de 18 meses.

DESALADORA DE CARBONERAS

Actualmente se está trabajando en la mejora energética de la desaladora de Carboneras que conllevará la ampliación de la capacidad de producción actual de la planta. Se pasa de los 42 hectómetros cúbicos al año que genera actualmente a los 51 hm3/año, es decir, gana 9 hm3 adicionales. Se prevé la puesta en funcionamiento de esa fase de ampliación esté completada a lo largo de 2024.

Cartel del programa Agua de Acuamed junto a la desaladora de Carboneras

DESALADORA DEL CAMPO DE DALÍAS

Desde su puesta en servicio en el año 2015 la planta de Balerma, con una inversión superior a los 130 millones de euros, ha trabajado al máximo rendimiento por lo que la Junta Central de Usuarios del Poniente Almeriense lleva tiempo solicitando con insistencia su ampliación. El objetivo es pasar de los 30 hectómetros cúbicos al año de producción de agua desalada a los 40 hm3/año, lo que supondría generar 10 hm3 más anuales. El Ministerio asegura que en la actualidad está en fase de formalización el contrato de Acuamed para la redacción del proyecto que hará posible la ampliación. El calendario previsto para la puesta en funcionamiento de la ampliación de la desaladora ejidense también se marca como horizonte el año 2024.