Coronavirus en Almería

Los hoteles cambian a los turistas por sanitarios y enfermos

  • Los establecimientos ya están cerrados en toda la provincia

  • Las cancelaciones de las reservas de Semana Santa dejan al sector muy tocado y a la espera de buenas noticias en el verano

El Hotel Embajador de Almería, cerrado a cal y canto por culpa del coronavirus.

El Hotel Embajador de Almería, cerrado a cal y canto por culpa del coronavirus. / Rafael González

Hoy concluye el plazo dado por el Ministerio de Sanidad para que los hoteles y alojamientos turísticos cierren sus puertas. De hecho, la inmensa mayoría ya quedaron vacíos hace muchos días. Pegados en las cristaleras y paredes, unos carteles anuncian el cierre “siguiendo las instrucciones de las autoridades nacionales”. Sus puertas, otrora abiertas 24 horas, están encadenadas y con el cerrojo echado. Son los efectos del estado de alarma en un sector clave para la provincia de Almería y que debía estar viviendo ahora los días previos al comienzo de su primera temporada alta del año.

Ahora, sus instalaciones solo podrán ser utilizadas para acoger al personal de los servicios esenciales y, en algunos casos si se dan las circunstancias, a enfermos de COVID-19 si hay saturación de los centros hospitalarios.

Las puertas de los hoteles están cerradas a cal y canto. Las puertas de los hoteles están cerradas a cal y canto.

Las puertas de los hoteles están cerradas a cal y canto. / Rafael González

La provincia cuenta con unas 20.000 plazas hoteleras. Pese a la lluvia, el año pasado se superó el 90% de ocupación en Semana Santa en gran parte de la geografía almeriense. Para éste, las reservas ya superaban el 70% en la mayoría de establecimientos de la costa, a falta de un mes para la Pascua. Pero desde que se dictó el confinamiento en casa, las cancelaciones fueron llegando en cascada.

Muchos hoteles decidieron cerrar sus puertas ya durante el primer fin de semana de cuarentena. Otros, no obstante, aguantaron unos días abiertos, mientras que sus huéspedes lograban regresar a sus lugares de residencia. Hasta hace unos días, los más grandes de la capital aún resistían, mientras que los pequeños y los de la provincia quedaban desiertos. Tan solo algunos empleados siguen yendo a realizar tareas de gestión y mantenimiento.

La crisis también ha afectado al inicio de la campaña de aquellos hoteles de temporada. En la costa del Levante, por ejemplo, ha quedado en suspenso la apertura de hoteles que hace apenas dos semanas se encontraban inmersos en la selección de cientos de puestos de personal para dar inicio a su actividad.

Los hoteles son uno de los sectores más afectados por el coronavirus. Los hoteles son uno de los sectores más afectados por el coronavirus.

Los hoteles son uno de los sectores más afectados por el coronavirus. / Rafael González

De hecho, ya se ha conocido un dato muy significativo sobre cómo queda la situación del sector por el coronavirus: el 93 por ciento de las empresas del sector turístico en Andalucía han presentado expedientes de regulación temporales de empleo (ERTE) ante las consecuencias económicas que está provocando la crisis sanitaria. Se estima que se perderán en dos meses unos 60.000 empleos en toda la comunidad autónoma.

Así lo ha señalado el vicepresidente de la Junta y consejero de Turismo, Regeneración, Justicia y Administración Local, Juan Marín, en una videoconferencia en San Telmo tras comparecer en la Diputación Permanente del Parlamento de Andalucía para informar sobre los efectos de esta epidemia en sus competencias y las medidas abordadas.

Vistas puestas en el verano

Con este panorama, las esperanzas del sector hostelero están ya puestas en el verano, deseando que la cuarentena no se prolongue mucho más. “Ya hemos perdido la Semana Santa, que es muy importante para el turismo nacional, y la temporada fuerte de golf, que supone la llegada de jugadores de otros países”, explican en el Resort Valle del Este de Vera. Eso supone importantísimas pérdidas que no se podrán recuperar.

Por buscar un lado positivo, de cara a verano por el momento se mantienen las reservas que ya ha estaban confirmadas. Pero si la situación sanitaria no mejora, comenzarán a llegar las cancelaciones. “Lo que sí es cierto que ahora mismo no se está moviendo nada la cosa”, confiesan. Es decir, que nadie se aventura a reservar sus vacaciones a unos pocos meses vista. Y eso que, en páginas como Booking se pueden encontrar estos días multitud de gangas: por poner un ejemplo, pasar la noche de San Juan en Mojácar en un hotel de cuatro estrellas en una habitación para dos personas puede costar unos 70 euros.

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