Luis Carlos Rodríguez: “Para proteger al de la bicicleta y el patinete hemos desprotegido al peatón”
Fiscal delegado de Seguridad Vial en Andalucía
En 1916 ya se utilizaban patinetes con motor de gasolina en Londres. Han tenido que pasar más de 100 años para que se regule su uso en España, una de las reivindicaciones que alcaldes y profesionales han lamentado en el VI Congreso Andaluz de Educación Vial
La expedición de los samuráis de la educación y seguridad vial
Los patinetes eléctricos dejarán el 2 de enero de ser un vehículo de movilidad personal fuera de control para integrarse, con un seguro obligatorio, en el marco regulatorio de la circulación si las policías locales aplican esta nueva ley que también obliga a su inscripción en registro oficial y a llevar una matrícula visible con multas por incumplimiento de hasta 1.000 euros. El fiscal delegado de Seguridad Vial en Andalucía, Luis Carlos Rodríguez León, abordó la necesaria y tardía regulación de un vehículo de movilidad personal que está teniendo una importante incidencia en las estadísticas de accidentes y causas judiciales en el VI Congreso Andaluz de Atesvan y recordó que hace más de cien años ya se usaban en Londres patinetes con motores de gasolina.
Pregunta.– Los patinetes van a tener una regulación específica, ¿cómo valora este avance normativo?
Respuesta.– Creo que lo hemos hecho muy lentamente, con mucho retraso. No hemos visto venir el problema que se nos generaba con este tipo de vehículos que han inundado las calles de todas las ciudades y pueblos. Y ha tardado mucho en salir una normativa que pusiera un poco de orden con el uso de estos vehículos. La propia DGT titubeaba en algunos momentos cuando empezaron a sacar las primeras instrucciones en las que decían que no se podía considerar un vehículo, después decía que no era un juguete y al final se tuvo que reconocer que efectivamente era un vehículo y que la persona que lo manejaba era un conductor. Pero de una instrucción a otra han pasado años y claro la realidad de la calle iba muy por delante de la legislación. Y eso es un problema grave porque todos esos usuarios tenían vehículos que no estaban homologados y que no habían tenido ningún control de frontera al tener placas que decían que eran de la CE, pero que podían ser falsas. Las personas que los utilizan no tienen ninguna formación específica en materia de tráfico porque vas a un centro comercial, te compras un cacharro de estos, te montas y sales desde allí como conductor utilizándolo como si fueras un peatón. Y por eso te pones en la acera y vas contrasentido por una falta de normativa que ahora se va a corregir. Hemos tenido una falta de respuesta de todas las administraciones para empezar porque no podemos tener en un mismo país 8.000 municipios 8.000 normas de tráfico para los patinetes porque esto es contrario al sentido de la movilidad y libertad de desplazamientos. Tú no puedes pasar de una localidad a otra con un cambio en la normativa, es absurdo es totalmente, pero junto con eso no ha habido respuestas hasta hace muy poco tiempo y desgraciadamente han sido puntuales, de las autoridades municipales.
P.– ¿Qué deberían haber hecho los ayuntamientos en este tiempo?
R.– ¿Los municipios tienen competencia en materia de comercio, verdad? ¿Por qué no trabaja el ayuntamiento con todos aquellos centros comerciales y negocios que venden este tipo de aparatos? Y junto con la factura y el manual de instrucciones se le entrega una etiqueta con las normas de tráfico. ¿Qué cuesta eso? No cuesta nada y este tipo de cuestiones que son muy fáciles de hacer, pero tú ahora mismo vas a un comercio, te compras un cacharro de estos y sin tener la más mínima idea de nada te pones a circular como si fuera un peatón. Por lo menos dale la opción de que si no le ha dicho nadie nada en el colegio, ni un policia le ha parado para explicarle nada, que por lo menos se pueda leer un librillo. Son fórmulas baratas, fáciles y que dicen mucho de la preocupación de la autoridad municipal. La administración más cercana, la municipal, se tiene que echar a la calle mañana a empezar a decirle a sus ciudadanos que van circulando que el día 2 de enero de 2026 va a pasar esto y va a pasar lo otro. Hay que hacer ya una campaña de concienciación, de advertencia, de educación, que no de sanción, que es fundamental. ¿Se está haciendo eso en los distintos ayuntamientos?
P.¿Y cómo valora el control local y sanción que se viene haciendo de los incumplimientos?
R.Las policías locales, salvo excepciones honrosas en muchas localidades, no están tomando partido en la materia. No puedes controlar un carril bici por donde tú estás autorizando el paso de vehículos de movilidad personal y bicicletas con un policía desde un patrullero o desde una motocicleta porque, además, va circulando por la acera y no puedes estar vigilando la acera y vayan en sentido contrario. Y menos si se les permite incluso pasar, como hasta hace poco que la normativa lo ha prohibido, por zonas peatonales donde tampoco puede estar la policía. En algunas localidades se han creado unidades de policía en bicicleta o en vehículo de movilidad personal para controlar el espacio donde se mueven esos vehículos. Pero eso no ha sido generalizado, son muy pocas las ciudades en España que se han atrevido a hacerlo. La mayoría no. Si el que utiliza ese tipo de vehículos sabe que no tiene control porque no hay respuesta policial de ningún tipo, pues va circulando como quiere. Hay algunas personas que son conscientes y respetuosas, pero hay otras muchas que no. Entonces, ahí tenemos un grave problema también. Y no podemos olvidar que aunque la ley recoge que los municipios tienen competencia para la regulación y vigilancia del tráfico, la DGT es la que marca las reglas generales del juego y debe evitar a toda costa que en cada ayuntamiento jueguen con sus cartas. Creo que vamos muy retrasados en intentar solucionar todo lo que conlleva el uso de los vehículos de movilidad personal y se han producido accidentes siniestros con fallecidos y lesionados.
P.– ¿Están teniendo incidencia en las estadísticas judiciales los accidentes de patinetes?
R.– En la memoria de la Fiscalía de Andalucía de 2024, cuando yo le pido a las jefaturas de policías que me manden datos de lo que va ocurriendo, te puedo decir que tan sólo en Sevilla capital tuvimos alrededor de 400 siniestros con vehículos de movilidad personal que dieron lugar a más de una docena de fallecidos. Hemos tomado un criterio que yo creo erróneo. Hemos dicho, el que circula en bicicleta y en patinete, por utilizar una expresión popular, aunque no es la correcta, es un colectivo vulnerable. Sí. ¿En relación con quién? Con los vehículos de motor, con los turismos, los autobuses, los camiones y demás. Y entonces, ¿cómo protegemos a este colectivo vulnerable? Y dicen algunos ayuntamientos, bueno, pues hago un carril bici donde se permite el uso de las bicicletas y de este tipo de vehículos de movilidad personal para que estén protegidos. Pero claro, me pones el carril bici en las aceras que es el patrimonio del peatón que es el que tiene que hacer el uso normal de la ciudad. Cuando sales de tu casa puedes caminar por las aceras en cualquier dirección, no tienes por qué ir en fila india, ni cogiendo de la mano a tus niños ni tienes por qué ir mirando hacia atrás por si viene una bicicleta o un patinete. Y te puedes parar en cualquier momento a mirar un escaparate de un establecimiento comercial y tú no pones intermitente ni haces aviso como peatón. El problema de haber puesto los carriles bici en las aceras es que has trasladado el problema al más débil y al más vulnerable de todos, que es el peatón. Entonces, para proteger al de la bicicleta y al patinete de los vehículos, desprotege ahora al peatón, que era el único espacio de protección que tenía era la acera. Son medidas que yo no discuto que sean bien intencionadas, pero que desde luego no tienen coherencia.
P.–¿Puede ser un punto de inflexión el seguro obligatorio?
R.– Vamos a ver, es que si se dicta la norma, pero no se obliga al cumplimiento de la norma, entonces no hemos hecho nada. ¿Es necesario este seguro? Por supuesto que sí. Hay un colectivo muy concreto en particular que usa este tipo de transporte que es gente joven que no tiene ingresos, estudiantes, personas en paro, etcétera. Si atropella a una persona y le causa unos daños, ¿quién lo indemniza? Porque si no hay compañía de seguro que respalde eso, de ahí que sea importante. ¿Puede suponer un punto de inflexión? Por supuesto que puede serlo. Pero es necesario que las policías locales se pongan las pilas y hagan controles específicos. Pero hay otro problema. Las compañías no van a hacer el seguro si el patinete no está homologado. Con lo cual eso a qué va a obligar a que los vehículos que no están homologados no se van a poder sacar un seguro ni salir a la calle. Y ahí vamos a tener otro problema.
P.- Al margen de los vehículos de movilidad personal, ¿qué otros desafíos, viendo la evolución de los delitos de seguridad vial en Andalucía, qué otros desafíos tenemos?
R.Tenemos un problema grave con los excesos de velocidad. Si coges las estadística de la Administración de Justicia para no irnos a ninguna otra sobre las sentencias condenatorias en materia de seguridad vial, los dos grandes paquetes que cogen prácticamente el 80% de los asuntos son la conducción bajo efecto de alcohol y droga y la conducción sin permiso o sin puntos. Luego, ahí es donde tenemos que trabajar. Las estadísticas tienen que servir para detectar dónde está el problema y poner medios, no solo para hacer barritas, quesitos y colores, eso queda muy bien para publicar, pero si eso no lo usas para detectar el problema y realizar una política preventiva precisamente para bajar esos niveles de delincuencia, entonces no nos ha servido de nada la estadística y el asunto va por ahí.
P.¿Y el uso del teléfono móvil está repercutiendo en la accidentabilidad?
R.En la estadística de justicia es muy difícil definirlo, porque es una cuestión de pruebas. Puede tener incidencia, lógicamente. Pero la distracción del móvil es como la distracción de la pantalla táctil del coche cuando estás circulando y en vez de pararte te pones a gestionar el GPS o la radio. O si empiezas a buscar en cualquier plataforma de música la canción que quieres, todo eso son distracciones. Y una distracción de uno o dos segundos a una determinada velocidad puede ser mortal. Para ti o para otros. Hay gente que no se resiste a contestar llamadas e incluso a escribir whatsapp cuando están conduciendo con el móvil. Pero al final de todo, si vamos al inicio, el origen del problema es lo que estamos tratando en este congreso, un problema de educación. La base de todo esto, de lo que estamos hablando es un problema de educación.
P.¿Hay que reforzar el trabajo en los colegios?
R.Por supuesto, pero a uno que ya tiene 30 años como lo mandas al colegio para que lo eduquen. Ya vamos tarde y ahora tenemos estamos poniendo los cimientos para futuras generaciones de adultos, pero los que ya lo son y tienen entre 20 y 70 años que hacemos con ellos. ¿Los mandamos otra vez colegio para que le den clase una política preventiva? Ahí es donde tenemos el grave problema. Estamos apostando por los niños y por otros colectivos vulnerables como pueden ser las personas mayores que ya no conducen pero son parte del tráfico porque cruzan las calles y conviven con el tráfico, además de que a ciertas edades se pierden reflejos y capacidades. Con los niños lo conseguimos a través de la educación y con la tercera edad también a través de esa asistencia que le hacemos en los centros de mayores y en las asociaciones y en los lugares en los lugares donde ellos se reúnen y además son gente que además son muy agradecidos en este tipo de cuestiones. En el inicio y en el final lo tenemos, digamos, entre comillas, resuelto. De futuro, pero entre ambos colectivos tenemos un tramo grande que no ha recibido una educación adecuada en materia de seguridad vial. ¿Qué hacemos con ese colectivo? Ahí es donde tenemos el gran reto de la seguridad vial. A ver si se nos ocurre algo por el camino.
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