Almería

Peleas y hartazgo en la Intermodal de Almería

  • La estación se rinde al al trabajo ilegal de los taxistas piratas, que se disputan clientes mientras los que pagan sus licencias pierden dinero

Peleas y hartazgo en la Intermodal de Almería

Es el pan nuestro de cada día. A veces con más intensidad, otras con menos, pero siempre se dejan caer por la zona. En los últimos días, la presión policial debido a la pandemia los ha alejado un tanto, pero regresaron tras el primero estado de alarma y lo volverán a hacer.

La Intermodal se ha convertido en un caldo de cultivo de taxistas piratas y como entre ellos no impera la ley, más bien todo lo contrario, puesto que se mueven en la ilegalidad, las consecuencias son palpables. En las últimas semanas se han venido produciendo problemas entre ellos por la lucha para conseguir los clientes. Diario de Almería ha tenido acceso a diversos vídeos en los que los taxistas discuten para ver quien es el que finalmente termina llevándose al cliente al destino indicado.

Esto, lógicamente, también cansa a los vecinos de la zona, que noche tras noche tienen que ver imágenes similares junto a sus puertas y una buena cantidad de aparcamientos ocupados para hacer uso de este trabajo ilegal.

Los sujetos, de origen magrebí, permanecen todo el día en distintos puntos de la ciudad, principalmente en la estación Intermodal, a la espera de la llegada de potenciales pasajeros que necesitan traslado, algunos de ellos a la misma ciudad pero una buena parte a otros municipios de la provincia.

Sus caras ya son familiares para los taxistas de de toda la vida. Esos que en la actualidad tienen que desinfectar su vehículo tras cada viaje y que pagan sus impuestos sin mirar a otro lado.De hecho, ellos ya han mostrado su descontento, tanto de forma oficial ante las autoridades como mediante vídeos que se han hecho virales. “En esa esquina (de la intermodal) se esconden un atajo de sinvergüezas ladrones. Día tras día están robando al taxista y nadie está haciendo nada. Nos sentimos indefensos. Esto se hace en la estación de autobuses, en el Puerto, en la oficina de extranjería, en el consulado marroquí, en todos lados...”, dice un taxista con licencia mientras graba en vídeo a uno de los ilegales.

El taxista explica que todo el mundo está al corriendo de lo que está sucediendo pero no reciben ayuda de nadie y no paran de perder dinero: “El alcalde está en Alcaldía todos los días, justo enfrente de sus narices, está al corriente del problema; la Policía Local también lo sabe, pero seguimos igual día tras día. El taxi parece que está para pagar impuestos, cuota de emisora y lo que haya que pagar, pero si te quejas de esto, encima eres malo”.

La banda puede estar integrada incluso por más de diez personas, gente a la que se la conoce perfectamente, al igual que sus prácticas: “Ellos llevándose gente y nosotros aquí paradas. Conocemos perfectamente quienes son. Echan un vistazo para ver si hay gente o no, la captan, se van detrás del hotel y cargan a a la gente. A uno solo no se llevan, cargan el coche entero y cobran por cabeza”.El problema no es solo para los taxistas y la cantidad económica que pierden diariamente, es también para los clientes: “Su modo de trabajo es precario en todos los sentidos. Esconden sus coches frente a la estación de autobuses.

Se ponen en la puerta y ofrecen su servicio a los pasajeros que van saliendo. Puede ser a Níjar, Roquetas o Adra. No se lo que les pedirán, pero se oye decir 15 euros, 15 euros... Pero es que sus automóviles no dejan de ser un riesgo para las personas que se suben porque se encuentran en pésimas condiciones”, explicaba en marzo de 2020, Juan Antonio Egea, actual presidente de la Asociación Gremial del Taxi en Almería, a este medio de comunicación. Además, hasta que no llegan a completar un automóvil no se marchan al destino, por lo que pueden tener a los clientes esperando media hora o más hasta que consiguen llenar el automóvil.

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