kung fu panda 3. Animación, EEUU, 2016, 94 min. Dirección: Jennifer Yuh y Alessandro Carloni. Guión: Jonathan Aibel, Glenn Berger. Música: Hans Zimmer y John Powell. Con la voz de: Jack Black (versión original) y Florentino Fernández (versión española).

La saga de animación Kung Fu Panda creada por Dreamworks confirma, por si aún quedaba alguna duda, que el camino de la expansión de Hollywood pasa ya por la conquista del mercado chino y el asentamiento de sus productos de entretenimiento entre la dura competencia con la oferta local.

Esta conquista pasa a su vez por la hibridación de fórmulas y universos ficcionales. Si la primera entrega suscitó un leve debate por la apropiación hollywoodiense, nada nuevo por otra parte, de algunos tesoros nacionales chinos como el oso panda y el deporte fetiche, el kung fu, las cosas parecen haberse atemperado con la constatación de que en la sinergia cultural reside el secreto del éxito para productores extranjeros y exhibidores locales.

Esta tercera entrega sigue regalándonos un hermoso paisajismo orientalista de cierta raíz pictórica donde hacer rodar, saltar y patear a nuestro orondo oso y a su pandilla de compinches de siempre, aunque la fábula y su moraleja tienen ahora más que ver con el reencuentro con las raíces (panda), el reconocimiento del aprendizaje y el buen magisterio, la paternidad (biológica y adoptiva) compartida y el restablecimiento del orden confuciano después de que dos viejos enemigos mitológicos regresen al mundo terrenal de los mortales para librar una nueva batalla de revancha.

Entregada como de costumbre a la explotación del slapstick y el vértigo cinético, menos fina en el reparto de roles y protagonismo cómico del grupo, Kung Fu Panda 3 sigue exhibiendo pelaje fotorrealista, gags para todos los públicos y músculo pirotécnico sin renunciar a los guiños adultos para amantes del wuxia, las películas de Bruce Lee y Tsui Hark y la multiculturalidad bien masticada y mejor digerida.