Por partidos como el planteado por Quique Sánchez Flores en Almería son por los que la idea de Superliga de Florentino Pérez gana adeptos pese al elitismo de su propuesta. El Getafe saltó al Power Horse en busca del 'cerocerismo', del punto a domicilio que les permitiera regresar a la capital por delante de los rojiblancos, con los deberes hechos ante el inexorable parón mundialista. 

Por fortuna la UDA no cayó en la trampa. Ante la propuesta roma del rival, los de Rubi tiraron de paciencia, cocinando las jugadas a fuego lento debido a la dificultad de pisar el área getafense como consecuencia de la poblada zaga de tres centrales y la necesaria cobertura de la línea defensiva para evitar el peligro de jugadores como Borja Mayoral o el turco Enes Unal.

La posesión era local y las ocasiones brillaban por su ausencia, fiándose todo al error individual o al balón parado mientras las entradas a destiempo cargaban con tarjetas a Alderete, Ely o Baptistao. Iba a ser a pelota quieta como se desequilibraría un marcador que parecía abocado al 0-0 al descanso. 

Embarba lanzó con precisión de cirujano un saque de esquina al primer palo, donde emergió el brasileño Baptistao, zafándose de su marcador, para peinar sutilmente con la sien y desviar la trayectoria del esférico a la red, haciéndola imposible para David Soria. Es su segundo tanto en lo que va de curso.

Lo mollar estaba hecho y el Almería seguía siendo el protagonista del juego gracias al despliegue de un pletórico El Bilal Touré. El malí no es Sadiq, pero tiene unas cualidades muy beneficiosas para el colectivo por el juego asociativo que ofrece (no era la mejor virtud del nigeriano), dándole continuamente línea de pase a los centrocampistas y aprovechando su privilegiado físico para montar peligrosos contragolpes, además de atacar con inteligencia los espacios cuando Melero o Robertone lo buscan en profundidad.

Lo mejor, con todo, fue la sensación de equipo cuajado que empieza a denotar este once-tipo de Rubi en el que ya apenas baila la posición de lateral diestro entre Pozo (elegido esta vez) y Mendes porque el resto de jugadores se han encargado de dar el necesario golpe en la mesa para reivindicar el puesto por méritos contraídos. 

Y del otro lado del campo un Getafe parco en acciones ofensivas, limitadas también a balón parado, que al borde del descanso les dio la única acción peligrosa con un córner que Fernando despejó con la yema de los dedos, regalo que no acertaron a aprovechar los azulones.

El Bilal hizo un generoso despliegue físico ante los azulones

Quique no tuvo más remedio que exponer tímidamente en la segunda mitad para buscar el punto perseguido, por lo que le dio entrada a Munir en lugar del pivote Maksimovic. El marroquí lo intentó al poco de reanudarse el encuentro con un buen zurdazo que se marchaba por encima del larguero de Fernando. 

La respuesta local vino por el carril diestro tras una buena internada de Pozo que finalizó con un buen centro del lateral sevillano al primer palo para que Baptistao la peinase de nuevo con la testa, esta vez cruzando el esférico al palo largo, marchándose por poco el 2-0. A los pocos minutos, tras protestar el Getafe unas manos involuntarias de El Bilal como penalti que Muñiz Ruiz no concedió, Akieme tuvo la posibilidad de ampliar la ventaja en sus botas. El lateral zurdo controló bien un balón alto y golpeó con dureza, pero la punta de la bota de Djené abortaba un tanto prácticamente cantado.

Tras esa acción Rubi optó por mover el banquillo para refrescar el juego, quitando al sancionado Baptistao y a Embarba, los dos extremos, por Ramazani y Portillo, en busca de la velocidad del belga en las transiciones y la pausa del malagueño para controlar pelota cuando la situación lo requiriese. 

En la recta final, con los azulones tímidamente más abiertos en busca de la igualada, los rojiblancos tuvieron un buen contragolpe para haber sentenciado sin necesidad de verse apurado en los minutos finales. El Bilal Touré condujo bien la acción para ceder a Portillo en el balcón del área y que este a su vez la dejase sobre la llegada de Eguaras por el costado, pero el disparo del navarro lo repelía un defensor en última instancia. 

Ely, que había coqueteado con la segunda amarilla por llegar un segundo tarde a muchas acciones, resultaba expulsado a tres minutos del final por sacar el codo a paseo en un salto y dejaba a su equipo en inferioridad durante la prolongación, en la que Enes Unal llegó a marcar de cabeza en clara posición de fuera de juego e Iglesias, también de cabeza, rozó la escuadra. Hubo incluso margen para que Eguaras, a pase de Ramazani, convirtiera el tanto de la tranquilidad, pero David Soria atajó bien abajo su disparo raso.

La victoria, cuarta consecutiva en casa igualando un hito de la era Unai Emery y primera con la portería a cero, permite a la UDA marcharse al parón mundialista con los deberes hechos y 16 puntos en su casillero de la tabla clasificatoria, casi la mitad del objetivo de permanencia a falta todavía de cuatro jornadas más para el término de la primera vuelta. La competición retornará para los almerienses el fin de semana del 30 de septiembre en el Nuevo Mirandilla de Cádiz.