La Real Sociedad no se presentó en Almería ocupando el tercer puesto de la tabla por casualidad. El equipo de Imanol Alguacil es un conjunto muy trabajado, al que ganarle la partida en el centro del campo se antoja misión imposible. Por eso Melero apenas entró en contacto con el balón durante el primer periodo y cuando eso ocurre, el Almería sufre. Zubimendi, Illarramendi, Merino, Silva y Kubo -los dos últimos particularmente indetectables para la zaga rojiblanca por su gran dinamismo cayendo a todas las zonas de ataque- sometieron a la medular local controlando el juego en la zona ancha. 

Sin recursos para salir de esa tela de araña, los de Rubi se vieron impotentes para generar caudal ofensivo. En ello tuvo mucho que ver la señalada asfixia en la media, pero también que el juego por bandas apenas funcionase, bien desactivado también por el entramado defensivo donostiarra. Mendes, que relegó a la suplencia a Pozo para aportar a priori su mayor zancada, y Akieme, apenas se desdoblaron por sus respectivos carriles, mientras que ni Luis Suárez, que debutaba oficialmente como unionista, ni Largie Ramazani, consiguieron tampoco percutir con claridad por sus costados. 

Como resultado de todo, los escasos acercamientos rojiblancos se limitaron a algún balón parado cerca del área vasca y un balón bombeado a Ramazani que requirió la salida in extremis del meta Remiro en los últimos compases del primer acto, pero sin anotar ni un solo disparo a puerta de los almerienses en esos primeros 45 minutos.

El Bilal intenta irse en velocidad de Aritz Elustondo

La Real tampoco es que se prodigase mucho en el área de Fernando, pero los blanquiazules sí dispusieron de un par de ocasiones claras. Cerca del cuarto de hora el meta murciano hacía una mala entrega sobre Kubo que el japonés estuvo a punto de penalizar con un buen disparo cruzado que salió rozando la cepa del poste. Luego, ya rebasada la media hora de juego, un buen centro de Illarramendi lo cabeceaba alto el nórdico Sorloth imponiendo su corpulencia en el área ante la inacción en la salida de Fernando. 

Al descanso los hombres de Rubi se marcharon con la sensación de que había que cambiar el plan de partido para buscar algo distinto, a riesgo de que en ese intento de ganar mordiente se descosiera el equipo por detrás. Las entradas en el once de Mendes por Pozo, Ely por Chumi y Suárez por Baptistao (aquejado el brasileño de un proceso gripal ni figuró en la convocatoria, junto a su compatriota Kaiky, en su caso por una contractura) no habían servido para ejectuar lo previsto y Embarba, Lázaro y Portillo ya calentaban en banda. 

Antes del inicio se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento del exrojiblanco Modeste M'bami y el abonado Juan Montoya López

Rubi, no obstante, optó por aguantar con el mismo once en el arranque de la segunda mitad y el golpe iba a llegar a las primeras de cambio gracias a una gran acción del súperclase Silva. El canario metió un balón en profundidad para Kubo, rompiendo el talón de Babic el fuera de juego según se vio por el VAR, y el japonés ganó la línea de fondo para ponerla atrás sobre la llegada de Silva, que había continuado la acción, para batir por bajo a Fernando con un disparo con su pierna menos hábil, la diestra. 

Noqueado nada más regresar de vestuarios, el segundo iba a tardar tiempo en llegar. Esta vez gracias a otro pase de fantasía entre dos defensores de Merino para habilitar a su compañero Sorloth. El espigado ariete noruego recortaba dentro del área la oposición de Ely y lanzaba un zurdazo ajustado al palo para batir a Fernando y elevar el 0-2 al marcador en el minuto 53. Entonces se produjo la reacción de Rubi, retirando del campo a un inofensivo Luis Suárez (el colombiano no tuvo el mejor estreno posible) para poner en su lugar a Embarba. 

Ovación a Silva 

Como quiera que la esperada reacción seguía sin producirse, el técnico de Vilassar de Mar ordenaba a los 65 minutos un triple cambio para retirar a Robertone (quizá el mejor rojiblanco sobre el campo), Ramazani y El Bilal por Portillo, Lázaro Vinicius y Dyego Sousa. El escenario tampoco cambió en demasía mientras Imanol Alguacil también refrescaba su equipo con las entradas de Oyarzábal y el canterano Marín por Merino y Kubo. En el carrusel de cambios, Rubi hacía una moción sobre todo su planteamiento incial retirando a Mendes por Pozo. 

La última oportunidad para entrar en el partido la tuvo Portillo en el 81' al recibir un balón entre el área pequeña y grande que el malagueño no supo rematar con certeza con su pierna zurda. Luego se producía un momento que habla del señorío de la afición local al dedicarle una cerrada ovación a todo un campeón del mundo como Silva al ser sustituido tras su soberbio encuentro, correspondido con aplausos por el propio jugador, gesto que recordó al realizado con su paisano Pedro en el duelo amistoso ante la Lazio.

En la recta final del duelo Fernando se agigantaba para repeler con la bota del pie un remate de Oyarzábal cuando lo encaraba sin oposición, abortando el 0-3, y en la misma acción sacarle otra bola de gol al recién incorporado Navarro. La derrota (primera victoria realista además en Almería) deja a los rojiblancos en el 14º puesto con 17 puntos a solo 3 del descenso a expensas de lo que haga el Sevilla, que podría recortarlo a solo 2 de margen en caso de triunfo.