UD ALMERÍA | Análisis
  • Unos achacan a la deficiente planificación deportiva que el equipo haya entrado en descenso mientras otros apuntan a la escasez de soluciones del entrenador desde el banquillo

La afición del Almería, polarizada entre 'rubis' y 'joaos'

Joao Gonçalves, entre Fernando y Mohamed El Assy en la celebración del ascenso Joao Gonçalves, entre Fernando y Mohamed El Assy en la celebración del ascenso

Joao Gonçalves, entre Fernando y Mohamed El Assy en la celebración del ascenso / Javier Alonso (Almería)

Escrito por

· Paco Gregorio

Jefe de Deportes

Hasta hace unos años los debates futbolísticos se dirimían en las tertulias de barra de bar. El desayuno de los lunes servía para ventilar las miserias de la derrota del fin de semana. Hoy en día la porfía se alarga y encona en redes sociales, hasta tal punto que ya empiezan a vislumbrarse dos bandos en la crisis de juego y resultados que actualmente atraviesa la UD Almería.

Son ya cuatro partidos completos sin ver portería y parte de un quinto (395 minutos en total), cuatro derrotas consecutivas que empiezan a hacer mella en la fe de una afición que se las prometía felices cuando Mohamed El Assy proclamaba a los cuatro vientos al poco de certificarse el ascenso que la meta era que el club nunca jamás volviese a pisar la categoría de plata. 

A golpe de derrotas esa confianza ciega en Rubi y sus jugadores ha ido resquebrajándose, llegando a un punto de polarización tras la goleada encajada en San Mamés. A grandes rasgos se están estableciendo dos trincheras.

Por un lado están aquellos fieles a la 'Rubineta', seguidores que defienden a capa y espada la dirección del entrenador catalán pese a los últimos reveses recordando que el ascenso está demasiado fresco (el fútbol lamentablemente no entiende del ayeres) e incidiendo fundamentalmente en lo que, a su juicio, fue una nefasta planificación deportiva estival.

Rubi, pletórico tras subir en Butarque; tres meses después la situación ha dado un giro de 180 grados Rubi, pletórico tras subir en Butarque; tres meses después la situación ha dado un giro de 180 grados

Rubi, pletórico tras subir en Butarque; tres meses después la situación ha dado un giro de 180 grados / D.A. (Leganés)

En su argumentario la política de fichajes es clave, es su piedra filosofal para explicar los actuales lodos. Enfatizan discutibles decisiones del club como firmar a tantos jugadores jóvenes por cantidades no menores y rendimiento previsto a medio-largo plazo en busca del negocio no calibrando bien que sin presente tampoco hay futuro. Los casos de Gui o Milovanovic, que costaron más de 7 millones de euros, tal vez sean los más llamativos.

Afean del mismo modo que el grueso de refuerzos llamados a darle un salto de calidad al plantel (Melero, Lázaro, El Bilal o Pacheco) le llegase a Rubi en la recta final del mercado de fichajes, sin haber realizado la pretemporada ni tener un mínimo margen temporal para trabajar tácticamente con ellos. Este extremo ha sido puesto en evidencia por el propio preparador en multitud de comparecencias públicas rogando tiempo y paciencia.

Las balas dialécticas nunca van dirigidas ni a Mohamed El Assy, no en vano es el director deportivo, ni a la gestión de Turki Al-Sheikh, cuando no hace tanto siempre se apuntaba a Alfonso García

Del otro lado de la balanza emergen los que podrían etiquetarse como 'joaos', que si no defienden con encono la función del asesor deportivo de la entidad en materia de fichajes (el luso Joao Gonçalves), sí se ocupan de afear posibles incongruencias en el discurso de Rubi como quejarse de perder a cuatro futbolistas los últimos días del mercado (Sadiq, Appiah, Curro y Lazo) cuando solo el nigeriano era clave en su esquema o no articular una modificación táctica efectiva para el postsadiqismo. En este aspecto recuerdan que el curso pasado ya ocurrió algo parecido durante la ausencia del nigeriano en la Copa de África, que el equipo fue incapaz de ganar, si bien entonces se unieron otros concatenantes como las bajas por coronavirus.

Pone el dedo en la llaga este grupo de críticos que no se casa con los métodos de Rubi al recordar que al menos una decena de los jugadores que actualmente emplea para confeccionar sus alineaciones, casos de Fernando, Pozo, Akieme, Babic, Chumi, Samú, De la Hoz, Robertone o Ramazani ya estaban el curso pasado y ahora no está sabiendo extraerles el mismo jugo. 

Joao Gonçalves, asesor deportivo del club, con el trofeo de campeones de Segunda Joao Gonçalves, asesor deportivo del club, con el trofeo de campeones de Segunda

Joao Gonçalves, asesor deportivo del club, con el trofeo de campeones de Segunda / D.A. (Madrid)

El debate, sea en la calle o en redes sociales, se alimenta con cada derrota hasta que el tiempo dé o quite razón a unos u otros. Una victoria ante el Rayo podría ejercer el necesario efecto balsámico para reconducir la situación al igual que una derrota precipitar los acontecimientos.

En la segunda hipótesis, la llegada de un nuevo técnico sacaría a la luz si el actual plantel tiene un potencial mayor como muchos le presuponen o, no obstante, el problema radica principalmente en la planificación y arrastrará a todo el que pise el banquillo rojiblanco, sea cual sea su apellido. 

Resulta curioso, en cualquier caso, comprobar que las balas dialécticas nunca van dirigidas ni a Mohamed El Assy, que al fin y al cabo es el director deportivo del club (Joao ejerce de escudo para estos menesteres) ni tampoco a la gestión de Turki Al-Sheikh, cuando en la etapa de Alfonso García el empresario murciano era el blanco fácil cada vez que surgían marrones de este calado. La cierto es que Alfonso nunca tuvo una jerarquía establecida a la que poder ir quemando a lo bonzo. Será que Riad pilla mucho más lejos que Águilas...

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