Como casi siempre, el primer fichaje del presente mercado de invierno se lo tenía bien callado Alfonso García. A la afición rojiblanco casi se le atraganta ayer el almuerzo al conocer a esa hora que Kalu Uche regresaba a la disciplina rojiblanca después de cinco años en los que ha militado en las ligas suizas, turca, india, además de Espanyol y Levante. Ahora, a sus 33 años de edad, quiere ayudar a la salvación del equipo al que llegó en la temporada 2005-06 procedente del Wisla de Cracovia con Paco Flores en el banquillo.

La llegada del nigeriano ha despertado mucho interés entre la afición, las redes sociales se han llenado de opinión en ambos sentidos. Por una parte hay quien lo considera una pieza importante en ataque, dadas sus cuales fisícas, mientras que otro a sector de la hinchada le preocupa la actitud del jugador, puesto que en su último año dejó bastante que desear y se le veía con demasiadas ganas de abandonar el Mediterráneo rumbo a Suiza, donde vivió una pésima experiencia. El ariete vuelve después de dos temporadas en Espanyol y Levante donde hizo goles, y media campaña en la India, una liga menor y de nula exigencia. Del propio jugador, que también mantiene su férrea complexión atlética, depende ser un hombre importante en el vestuario y en el campo.

Lo cierto es que Uche conoce perfectamente Almería, a la Unión y tiene fuerza física como para competir en una Segunda tan floja como ésta. El nigeriano tiene gol, va muy bien de cabeza, parcela en la que el Almería anda perdido, y es un especialista en jugar de espaldas y aguantar el balón en las salidas en ataque. Además, junto con Soriano será el más veterano del equipo, algo que debe ser importante en una caseta en la que se necesita un referente con experiencia.

Por otra parte, la llegada de Kalu puede traer más de un pan debajo del brazo. Su hermano Ikechukwu, el bueno de los Uche como muchos opinaban, acaba de terminar su contrato en México y le agrada la opción de compatir vestuario con Kalu. El ex del Recreativo o Villarreal, entre otros, se deja querer por el Almería, aunque también tiene alguna otra oferta de Segunda, como la del Osasuna. En su paso por España firmó muchos goles, olfato que necesitan los rojiblancos.