VOLEIBOL

El 'caballo' Iribarne se mantiene al trote deseando galopar

  • El receptor almeriense se queda con los partidos europeos de Unicaja Costa de Almería dentro de una temporada que considera muy buena, de la que sale un mejor jugador: "El club y yo hemos confiado en mí"

El caballo Iribarne se mantiene al trote deseando galopar

El caballo Iribarne se mantiene al trote deseando galopar / Cristina de Arriba (Almería)

El almeriense es uno de los referentes que unen la Superliga del mañana con la del presente. La próxima vez que pueda sacar, recibir, rematar, defender, animar, gritar, cerrar los puños, celebrar y lamentar, todo en clave de voleibol, tendrá los 22 años recién cumplidos, en el mes de julio, justo antes de lo que será, ojalá que sin mayor dilación, una nueva pretemporada, en el de agosto. Mientras tanto, lo que le toca es lo mismo que a todos los demás, cumplir con el #QuédateEnCasa, y asumir su papel de personaje relevante para la afición ya no solo ahorradora, sino la ‘voleibolera’ de este país: “Imagino que como todo mundo, lo estoy llevando con un poco de agobio por no poder salir de casa, pero, al fin y al cabo, se está llevando bien”. Algo que no puede faltar es la actividad física, “estoy llevando a cabo los ejercicios que plantea Enrique, de Haro”, comenta para reconocer que “es un momento del día en el que aprovecho para despejarme”.

Sabedor de su importancia, eso es algo que recomienda a toda la población, porque “además, es muy importante mantenerse activo en estos momentos”. Es puro Fran Iribarne siempre, en todas las facetas de su vida, no solo en la profesional, un tipo ‘de equipo’, y siendo parte del de la sociedad ante el COVID-19, muestras su orgullo por la actitud general de la población: “Yo creo que muy bien lo estamos ‘jugando’ y que, sin dudarlo, ganaremos; sabemos que esto es muy serio y por eso no queda nadie atrás, nos estamos juntando todos para que acabe lo antes posible; la gente es consciente de lo que está pasando”. Por eso, no tiene mucho más que añadir a lo que ya se está viviendo, esfuerzo y compromiso: “Que sigamos como lo estamos haciendo, sin salir a la calle, y así pronto acabaremos con esto y podremos volver a la normalidad”. Lo dice un jugador profesional de vóley que es decisivo dentro de pista e igual de importante cuando ha tenido que asumir banquillo.

En ese sentido, su talento y su ‘instinto’, ya destacado durante la campaña cerrada de modo precipitado, ha dado para ambas cosas. De estar fuera del siete inicial a no bajarse del mismo, de volver a dejarse el alma como suplente a ser ‘esperanza’ pura con el equipo entre las cuerdas en Europa, de romperse en el intento, con mala fortuna, a dar una ovación a sus compañeros después del partido ‘final’ en Mallorca, deseando entrar a cancha, pero comprendiendo que no había que tocar nada de lo de dentro. De todo eso se compone el ‘pura raza’ almeriense, de madurez y de gran coraje, de responsabilidad y de compromiso. El pasado más reciente dice que saltó en el Moisés Ruiz con 0-2 para Saaremaa y con el tercer set en contra (5-8), que en su cuenta no solo cabe contabilizar seis puntos, sino un cambio de aires sanador, y que cerró el 1-2 con un ace, pero sin poder seguir con su función de revulsivo. Sufrió una rotura fibrilar y, sin saberlo, con ella acabó su cuarta temporada en la élite.

Dos en Melilla y dos en Unicaja Costa de Almería, seguro que no habrá quinta mala para un Fran Iribarne al que le ha costado ‘aterrizar’, pero que asume que no había otra mejor salida para todos: “Pienso que sí ha sido una decisión correcta finalizar de modo definitivo la Superliga, porque al final la salud está por encima de todo; no se puede jugar con ella”. Pero es complicado de ‘manejar’ y provoca una añoranza muy justificada, por poco que sea el tiempo que se lleva en el dique seco: “Sí, echo muchísimo de menos ir a entrenar, a los compañeros, los partidos… la forma en la que se ha parado ha sido muy dura y sin esperarlo, y eso ha hecho que tu cabeza siga dentro de esa rutina, por lo que se extraña muchísimo”. Ese sentimiento se ve más alimentado por las estrechas relaciones establecidas en un grupo que cataloga como “espectacular”. Va más allá: “Éramos uno, todos nos llevábamos muy bien y todo el mundo sabía su rol dentro del equipo”.

El receptor almeriense piensa en pasado, “grupo magnífico del que me llevo muchos amigos”, pero no le importaría pensar en futuro: “Por mí, sí, repetiría el proyecto, es un gran grupo de personas y de jugadores, y estoy seguro que si estuviésemos un año más juntos, conseguiríamos los títulos que se nos escaparon este año”. Es hora de una valoración de la temporada, y no puede ser otra que “muy buena” para Fran Iribarne, matizándose en la línea de los títulos perdidos: “Hemos tenido 3 partidos ‘malos’ durante toda ella, y es un poco injusto que no se pueda ganar ningún título, más cuando precisamente en la liga estábamos teniendo unas sensaciones muy buenas”. A título personal, la 2019/2020 le encaja en su plan de llegar lo más alto posible, como activo del mejor voleibol europeo: “Sí creo que he crecido como tenía previsto; este año el club ha tenido mucha más confianza en mí, al igual que yo la he tenido conmigo mismo, me he sentido muy bien y algo importante es el hecho de que he aprendido muchísimo de todos los compañeros y del cuerpo técnico”.

Tirando de ese hilo europeo, siendo la gran novedad de esta campaña y de lo que ha sido su carrera hasta el momento, es con lo que se queda: “La verdad sea dicha, todo ha sido muy positivo este año, pero creo que en los partidos de Europa sentía algo diferente y en ellos fui participativo, me gustaron mucho y crecí en ellos como jugador”. Lo que marca la diferencia, por lo tanto, es la CEV Challenge Cup, jugada a la par que Unicaja Costa de Almería ha sostenido una regularidad imponente en la Superliga y ‘perdida’ en una sola derrota, a solo un set de haberla peleado más, después de tres victorias consecutivas, además de no tener tiempo para encajar la dura pérdida de la Copa del Rey, a la que se llegó igualmente cargado de partidos. Fran Iribarne se detiene en ese punto de la reflexión para concluir con un “quiero darle las gracias a todos los que nos han apoyado esta temporada; han hecho, una vez más, que los momentos malos no fueran tan malos y que todas las victorias que conseguimos fueran aún mejores”, textualmente: “¡Gracias a todos por todo!”.

 

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