UD ALMERÍA

Los 51 millones de euros peor invertidos

Ibrahima Koné, en la sesión del viernes Ibrahima Koné, en la sesión del viernes

Ibrahima Koné, en la sesión del viernes / UDA

El ecosistema formado en un equipo es de vital importancia en el mundo del fútbol y lo que hoy es negro mañana puede ser blanco o viceversa. A eso y a una posible reacción con el cambio de entrenador se aferran los más optimistas del entorno de un Almería que continúa protagonizando los peores guarismos de su historia, destacando esos 24 goles en contra (2'67 por partido). Quién sabe si estás líneas acaban pegadas en las paredes de un vestuario o devueltas con un tirachinas al que suscribe, pero a día de hoy pocos entienden cómo el Almería ha protagonizado el gasto más alto de toda su historia en materia de fichajes, visto lo visto el resultado. Lejos de dar un paso hacia adelante en busca de un crecimiento que se materializase con una permanencia con jornadas de antelación, el actual conjunto rojiblanco compite, a falta de esa referida posible reacción, con los de la 10-11 y la 14-15 como el peor que ha pasado por el Estadio de los Juegos Mediterráneos.

Mohamed El Assy y Joao Gonçalves, con el beneplácito de un Turki que parece más centrado en otros asuntos (toda disculpa se entiende naturalmente si se debe a motivos de salud), han desperdiciado una copiosa cantidad de dinero para formar un plantel de garantías, empeorando incluso la base del equipo del ascenso y la posterior permanencia. Los 51'5 millones de euros gastados fueron sólo superados por los 129'5 del Real Madrid (gracias al fichaje de Bellingham) si bien El Assy aseguró en sala de prensa que se trataba de 45. Sea una cantidad u otra (la duda se resolvería con una política de mayor transparencia de cifras), la realidad es que, por ejemplo, se echa de menos a Babic y Ely, otrora incluso cuestionados. Su lugar lo están ocupando sus suplentes de las temporadas anteriores, mostrando ahora por qué tenían ese rol. César Montes, de momento, no ha tenido continuidad ni mostrado el rendimiento de quien cuesta tal cantidad, mientras que Édgar tampoco mejora lo que había. Atrás, Maximiano, sin ser el único culpable de la situación, no está mejorando a Fernando a pesar de tener garantizada la titularidad antes de recalar en el Mediterráneo. El lateral derecho está siendo otro quebradero de cabeza con la lesión de Pubill, uno de los mejores fichajes (costó unos cinco millones de euros), pero en el dique seco cuatro meses tras ser intervenido esta semana de su rodilla izquierda.

En la medular el paso atrás también es más que palpable, destacando ese intercambio entre Samu y Baba. Más allá del carácter y objetivos personales del luso, el ghanés no mejora el rendimiento sobre el verde, errando una y otra vez en la salida de balón. Tampoco se llega a entender visto lo visto el actual nivel de la plantilla la no renovación de De la Hoz, máxime al ser portador del brazalete y su comportamiento intachable durante un lustro; si el asunto se debió a motivos personales con su agente, la decisión es más grave aún. Lopy, por el que la UDA pagó más de seis kilos, parece que va a más aunque resta la duda de si esa cifra se hubiese podido invertir mejor. Arribas sí parece una apuesta segura siempre que tenga continuidad y no un carácter guadianesco.

Con numerosas carencias en el entramado defensivo (no sólo culpa de la zaga, sirviendo como ejemplo cómo Ramazani permite que De Marcos remate a placer en la acción del 2-0), el asunto del delantero merece mención aparte. Los 7'5 millones de euros desembolsados por Koné parecen ser una cifra que pasará a la historia como los 8'8 por Appiah. Tras acertar con arietes como Darwin Núñez, Umar Sadiq o El Bilal Touré, el Almería ha perdido pólvora en ataque agravándose la situación con la lesión de Luis Suárez, lo que provoca que la dirección deportiva tenga que acudir de manera acuciante al mercado, máxime con la más que posible salida de Koné rumbo a la Copa de África, competición en la que también podrían estar Mendes, Baba, Lopy y Marciano. Falta por comprobar si se producirá una pequeña revolución en enero visto las numerosas carencias mostradas en este cuarto de campeonato por un Almería que necesita algo más que acertar con el sustituto de Vicente Moreno.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios