Mucho ha cambiado el Poli El Ejido en apenas un mes desde que la propiedad de la entidad cambiase de manos y sobre todo desde la llegada de Pablo Hernández a su banquillo. De necesitar de todo un milagro para lograr la permanencia en Tercera RFEF a creer más que nunca en la salvación. Fuera de puestos de descenso después de recuperar los dos puntos de sanción por "incumplimiento continuado de abonar los honorarios arbitrales" tras saldar las deudas y la resolución favorable del Tribunal Administrativo del Deporte, los del Poniente comienzan a ir levantando cabeza.

Si los ejidenses se encontraban en una situación sumamente delicada después de sufrir cinco derrotas consecutivas y encadenar seis jornadas sin vencer antes de la llegada de su actual entrenador, ahora pasan por su mejor momento del curso sin ningún tipo de duda. Hasta tres victorias consecutivas han logrado los celestes en apenas una semana, la última de ellas este pasado domingo cuando remontaron en su visita al Arenas de Armilla después de las logradas frente al Rincón y el Atlético Malagueño en casa.

Tres triunfos que están siendo claves en la lucha por la permanencia para este Poli El Ejido, que está mostrando una cara totalmente opuesta a la que le ha tocado sufrir a lo largo de la temporada y en especial por los problemas extradeportivos. Todo ello en un equipo que tan solo había conseguido anteriormente dos victorias en la presente temporada y ambas en Santo Domingo, siendo ahora cuando por fin pudo estrenarse a domicilio.

Pablo Hernández da indicaciones desde la banda durante el encuentro frente al Arenas de Armilla.

Lo que era impensable hace no tanto, Pablo Hernández lo está convirtiendo en una realidad en esta recta final de temporada. Sin conocer todavía la derrota desde que se hiciera con las riendas del equipo tras ser anunciado como su nuevo entrenador el pasado 18 de marzo, los celestes están consiguiendo mantener más que vivo el sueño de la permanencia. Con diez puntos sumados de doce posibles desde entonces lo que parecía un milagro está tornándose en una realidad. Aunque bien podría haber sido un pleno de puntos si no se le hubiera escapado en el último minuto la victoria en Maracena.

Después de que durante esta misma temporada Pablo Hernández revirtiese una complicada situación con La Cañada en la División de Honor Juvenil, ahora está haciendo lo propio con el Poli El Ejido. Si a los de la barriada almeriense los sacó de los puestos de descenso y los dejó con la permanencia más que encarrilada con doce puntos de ventaja sobre la zona roja, con los celestes está viviendo una situación similar. Dos experiencias con las que el técnico ejidense está convirtiéndose este curso en el técnico de los milagros.

Aunque es importante el paso dado por los celestes en estas últimas semanas, ni mucho menos la permanencia está ya conseguida cuando tan solo restan cinco jornada para la conclusión del campeonato. Los celestes todavía tienen que enfrentarse al Huétor Tájar, Huétor Vega, Motril, Torreperogil y Real Jaén. Cinco encuentros en los que el conjunto ejidense tratará de terminar de obrar el milagro de la salvación.