Ya no hay tiempo para lamentaciones. El Poli El Ejido afronta este domingo al mediodía un partido a vida o muerte en su lucha por la permanencia. Los celestes visitan al Betis Deportivo con la obligación de llevarse los tres puntos y esperar otros resultados para llegar a la última jornada con opciones de mantenerse. No le queda otra al conjunto que dirige David Cabello después de la dura goleada ante el San Roque de Lepe.

Con tan solo dos partidos por disputarse, el conjunto ejidense está a tres puntos de los puestos de salvación así como del de promoción por la permanencia, teniendo el gol average perdido con el Cádiz Mirandilla y empatado con el Sevilla Atlético. Además, en caso de triple empate con ambos filiales, que juegan contra el colista Utrera y el Juventud de Torremolinos respectivamente, por lo que los del Poniente necesitan todo un milagro para seguir un año más en esta Segunda RFEF.

Por su parte, el Betis Deportivo, al que los celestes vencieron por la mínima en Santo Domingo, se encuentra prácticamente en tierra de nadie al estar sin opciones de entrar en play off y con mínimas posibilidades siquiera de disputar la promoción por la permanencia, puesto al que le sacan cinco puntos. Los verdiblancos vienen de empatar sin goles ante el campeón Antequera y ganar al Cádiz Mirandilla en su último partido disputado en la Ciudad Deportiva Luis del Sol.

Para este partido David Cabello recupera a Sato después de que el centrocampista ilicitano cumpliera sanción por ciclo de amonestaciones la pasada jornada. Por su parte, el técnico celestes seguirá sin poder contar otra semana más con Cristóbal, que semanas atrás fue operado y será baja en todo lo que resta de temporada. Por su parte, Juan Pavón no tendrá a su disposición a Pablo Haro tras ver el segoviano frente al Antequera la décima amarilla de la temporada.

"No es momento de guardar ninguna fuerza. Voy a seguir remando hasta el último momento.El barco va a la deriva y no voy a dejar que se hunda. Es duro, los jugadores están jodidos y tocados. Está siendo un año durísimo en todos los sentidos. En los entrenamientos muchos agachan la cabeza", son palabras de David Cabello, quien a pesar de la compleja situación quiere confiar en que se obre el milagro.