El PSOE andaluz encajó, abatido, los pésimos resultados obtenidos en las municipales del domingo, cuando el PP, por primera vez en su historia, ganó unos comicios en la comunidad. El líder de los socialistas andaluces, José Antonio Griñán, se mostró ayer más autocrítico que la noche anterior al señalar que su partido había perdido "la mayoría social" en Andalucía, aunque se mostró seguro de poder recuperarla de aquí a las próximas elecciones autonómicas de 2012, y se encargó de explicar con datos que el descalabro andaluz ha sido menor que el de otras comunidades, como Madrid, el País Vasco o la media de España.

Incluso aseguró que en 1995, el PSOE andaluz perdió más puntos, 12 en total, frente a los ocho del 22-M, si bien en esta ocasión se han perdido cinco diputaciones, el PP ha ganado por mayoría absoluta en todas las capitales y ha barrido en ciudades medias del interior donde antes era minoritario. Un ejemplo: la población malagueña más grande donde el PSOE gobernará por mayoría absoluta es Villanueva del Trabuco. Otro: el diputado Ricardo Tarno, fustigador de Chaves en el Congreso, será el alcalde del municipio donde viven el presidente de la Junta y el secretario de Estado Gaspar Zarrías. Y no menos de 10 directores generales de la Junta. Mairena del Aljarafe. Y la presidenta del PSOE andaluz, Rosa Torres, ha perdido las elecciones en la población donde se presentaba, Antequera. Un parlamentario andaluz no dudó en calificar lo sucedido de "hundimiento".

Así, pues, Griñán se movió entre la autocrítica y la contextualización de los resultados al finalizar la reunión de la Ejecutiva regional donde se analizaron los datos. Ya en privado, muchos dirigentes se mostraron más duros, y admitieron que el PSOE se enfrenta si no a una refundación, sí a un replantaemiento de toda su opción política. El alcalde de Alcalá de los Gazules, Arsenio Cordero, señaló directamente a Zapatero: "La bofetada contra él no la hemos llevado los alcaldes, todo hubiera ido mejor si se hubiese celebrado ya un congreso extraordinario".

Griñán descartó que ni él ni ningún secretario provincial fuesen a dimitir. Su tesis general es que la debacle se debe a la destrucción de empleo, que cifró en 2,5 millones del inicio de la crisis. Preguntado por si había cometido algún error en la nominación de algunos candidatos, como la de Jerez, que fue una decisión propia que se ha traducido en una derrota humillante, el secretario general socialista afirmó: "Yo asumo toda la responsabilidad de mi partido ante lo que ocurre en Andalucía, y es el partido el que debe decidir". Y vuelto a ser interrogado sobre eso, sobre la decisión de su partido, dijo: "Yo estoy a disposición de mi partido, como siempre, como lo estaba ayer; si me lo propone, yo seré el candidato" en 2012.

Aunque Griñán no ha sido nominalmente elegido como candidato, tampoco él había contribuido nunca a arrojar la más mínima duda sobre ello. Pareció que ayer relativizaba lo que hace unas semanas se daba por hecho.

Pero no fue el único cambio experimentado en el líder socialista. Si hasta ahora era un fans de las elecciones primarias, ayer aseguró que "no nos podemos pasar mucho tiempo hablando de nosotros mismos". Griñán contestó a ello al ser preguntado por las declaraciones del presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, que por la mañana había abogado por llegar a una lista de consenso para elegir el próximo candidato socialista a las elecciones generales y evitar, así, un proceso donde dos ministros del Gobierno competirían entre sí. ¿Cree el presidente andaluz, como el extremeño, que eso sería lo mejor? Pues ni sí ni no, hablará cuando lleguen las primarias.

Otros socialistas andaluces fueron más críticos con este proceso. Fue el caso del alcalde de Dos Hermanas, Francisco Toscano, que solicitó un congreso extraordinario. Dos Hermanas es un ejemplo más del descalabro sufrido por el PSOE en toda España, ya que es la ciudad más importante del país donde los socialistas han ganado por mayoría absoluta. "Esto no se puede dirimir a través de una lucha interna entre dos personas, ya sean Rubalcaba o Chacón", mantuvo Toscano, quien no tuvo reparos en asegurar que el PSOE sufre, en este momento, una "orfandad política". A su juicio, de aquí a otoño se debería celebrar un congreso extraordinario, del que deberían salir "unas personas que dirijan el partido para afrontar respuestas y que lideren políticamente ante la ciudadanía". En cuanto a la situación del PSOE de Andalucía, Toscano manifestó que, sin duda, había que hacer autocrítica, si bien no mostró partidario de mayores cambios.