Elecciones

Las diputaciones tornan de rojo a azul en una sola noche

  • El PSOE pierde cinco de los ocho gobiernos provinciales que poseía y la sorpresa hace que el PP todavía no tenga decidido quién será presidente en tres de ellos

El PP terminó con su miedo escénico a las provincias andaluzas en una sola noche, en una remontada épica que hizo añicos la aplastante ventaja que legislatura tras legislatura le sacaba el PSOE en la Andalucía más alejada de las capitales. Los graneros de votos socialistas de las zonas rurales de Córdoba, Sevilla y Jaén se secaron de repente, al igual que ocurrió en las grandes ciudades gaditanas. La pérdida de dos de estas cuatro provincias ha sido lo que más ha dolido a los responsables del PSOE. En sus previsiones se estimaba que habría lucha en Málaga, Almería y Granada, pero ni en sus peores pesadillas se dudaba de mantener el resto. El PP, por su parte, soñaba con arrebatarle esos tres gobiernos provinciales y diluir un poco el apabullante color rojo que resplandecía uniforme en el mapa electoral de las diputaciones, pero nada más.

Pero por una vez la realidad fue más generosa para unos y dura para otros que los propios sueños y pesadillas. Los votos cosechados por el PP la noche del 22-M le permiten arrasar en Almería, Málaga, Granada, Córdoba y Cádiz, donde gobernarán con mayoría absoluta. En las tres primeras logran romper los gobiernos de coalición del PSOE. En Córdoba y Cádiz, directamente voltean el marcador y cambian la mayoría absoluta socialista por una popular.

Especialmente significativo es el caso de la provincia gaditana. Gobernada por el PSOE durante 32 años, el pulso mantenido por su presidente desde 2003, Francisco González Cabaña, con la dirección regional le ha salido mal y deberá retirarse a sus cuarteles de Benalup. En el otro lado de la balanza, los resultados sorprendentemente positivos obtenidos han dejado a los populares sin un candidato claro a la presidencia. El plan inicial era que el cargo lo ocupara el presidente provincial, José Loaiza. Sin embargo, su victoria por la mínima en San Fernando le da muchas opciones de ser alcalde de esta localidad, lo que le impediría en principio persidir la Diputación.

También sonaban para este puesto María José García Pelayo y José Ignacio Landaluce, pero se deben a las alcaldías de Jerez y Algeciras, respectivamente. Así las cosas, todo apunta a que un concejal de la lista de Teófila Martínez en la capital se encargue de la Diputación y Mercedes Colombo es la mejor situada.

Igual de sorprendente fue el resultado conseguido por el PP en Córdoba. Con 14 de 27 diputados, la mayoría absoluta ha sido tan inesperada que ni tienen elegido un candidato a presidir la Diputación. La entrada del partido de Rafael Gómez (Unión Cordobesa) con dos diputados provinciales fue otra de las grandes sorpresas que depararon los comicios locales.

En Almería, es otra provincia donde su presidente aún no está completamente decidido. Gabriel Amat, presidente del PP almeriense, puede resarcirse tras ver cómo perdió la Diputación en favor del PSOE por sólo 156 votos -los que le faltó para conseguir un segundo representante en Vera- en 2007. Pero tendría que renunciar a la Alcaldía de Roquetas y mientras deshoja la margarita suena el nombre de Javier Aureliano García, su secretario general.

Las presidencias populares con mayoría absoluta de Málaga y Granada sí que tienen nombre y apellidos. El presidente del PP malagueño, Elías Bendodo, es una apuesta segura para el máximo cargo provincial. Igual que el presidente popular en Granada, Sebastián Pérez, que renunciará a su acta de concejal como tercero en la lista de la capital para dirigir la Diputación.

En las dos diputaciones logradas por el PSOE con mayoría absoluta todo continuará igual con la presidencia de Fernando Rodríguez Villalobos en Sevilla y de Francisco Reyes en Jaén, que renunciará a su escaño en el Congreso.

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