El campo almeriense está a punto de cerrar una campaña histórica. Los datos oficiales presentados ayer en Almería por el consejero de Agricultura, Rodrigo Sánchez Haro, correspondientes al avance de la campaña hortofrutícola durante los meses que van de septiembre de 2016 a junio de 2017, arrojan la mejor cosecha de la última década, con un valor de la producción en origen de 2.403 millones de euros, un 19% más que el año pasado, mientras que el valor en destino asciende a 3.154 millones, lo que supone un aumento del 18%.
Además, el precio medio de esta campaña se ha situado en 0,664 euros por kilo, un 22,5% más que la anterior, el máximo de la serie histórica percibido por los agricultores, con doce céntimos más que en la cosecha 2015-2016.
La justificación de este gran comportamiento de la campaña se sitúa, tal y como reconoció ayer Sánchez Haro, en la mayor incidencia de la ola de frío en invierno en los países competidores de Almería, entre ellos, "Grecia, Turquía y Marruecos", citó. Esta situación generó una menor disposición de productos en el mercado y, por tanto, unas mayores cotizaciones medias para el agricultor.
El consejero afirmó que este resultado "contribuye a reforzar financieramente las explotaciones y, si es posible, afrontar inversiones de modernización, que cuentan con importantes incentivos" como los 109 millones de euros destinados a ayudas para la modernización de explotaciones agrarias y los 20 millones de euros de dotación de la línea para mejoras en invernaderos. El consejero recordó que desde el Gobierno andaluz también se respalda la integración de las entidades del sector a través, por ejemplo, del reconocimiento de Entidades Asociativas Prioritarias Andaluzas y con la inclusión de nuevos criterios para las ayudas a industrias, además de incentivarse la innovación mediante 7,4 millones de euros en ayudas para los Grupos Operativos. La Junta además potencia el relevo generacional, al que se han destinado sólo en la convocatoria 2015 un total de 90 millones de euros en subvenciones para la primera instalación de jóvenes, y fomenta la sostenibilidad de los cultivos a través de la gestión, por primera vez, de una ayuda agroambiental para invernaderos con casi 11 millones de euros de presupuesto.
Rodrigo Sánchez animó al sector a "seguir trabajando para mantener el liderazgo y abogó por llevar a cabo una buena planificación productiva, comercial y financiera para garantizar la rentabilidad de las explotaciones.
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