Mojácar: Circuito de pruebas de motos Kawasaki para turistas europeos

Las motos, alineadas en perfecto estado de revista en la puerta del Hotel Punta del Cantal, esperan a que sus conductores terminen de desayunar. Limpias, bien engrasadas, con la gasolina en su medida idónea para que no pese en exceso. El paddock es una auténtica maravilla, con el sol bañando las tranquilas aguas mojaqueras después de semanas de mucho viento y un ambiente tranquilo y sosegado, ideal para la desconexión.

Es Mojácar, cuartel general de muchos equipos ciclistas durante la pretemporada, que también alberga en el interior de sus carreteras vehículos de dos ruedas a motor. En este caso es la casa Kawasaki, gracias al promotor irlandés Kevin Heali, quien ha escogido el levante almeriense para convertir sus carreteras comarcales en circuito de pruebas para los últimos modelos de esta marca de motos, que pronto estarán en el mercado.

Probar no quiere decir hacer locuras por el Paseo Marítimo de Mojácar, las curvas dirección Carboneras o la subida a Lubrín. Eso lo tienen bien interiorizado los grupos de Kevin. El irlandés trae al municipio mojaquero en torno a diez mil turistas al año de toda Europa, probadores profesionales o aficionados, tanto para disfrutar de la experiencia de rodar sobre los últimos modelos de Kawasaki como para contemplar el paraíso de sol, playa y gastronomía que es el levante almeriense.

Esta semana le toca el turno a los probadores holandeses. Treinta personas, albergada con la “adorable familia Flores”, como define Kevin a los propietarios del Hotel Punta del Cantal, que están rodando tanto por asfalto como por tierra o por las rectas del Circuito de Velocidad de Almería, en Tabernas. Ahora holandeses, pero antes hubo alemanes, belgas y finlandeses, y para las próximas semanas se espera a rumanos, checos y austríacos, entre otros europeos.

“Hemos elegido esta zona porque Mojácar tiene muy buenas carreteras principales, las secundarias también son de mucha calidad y disfrutamos de unas vistas durante la ruta que son excepcionales. Con todo esto, más el clima, en cuanto le dices a un turista europeo que si quiere venir a probar motos a Mojácar, se apunta rápidamente”, explica en un inglés tranquilo, pausado y fácil para el oído el dueño de la empresa Focused Events, que si bien no termina de arrancarse con el español, lo entiende como un turista mojaquero más. Son ya varias décadas disfrutando un municipio que vive por y para el turista.

La ruta del martes, ya sin viento, fue realmente espectacular. Kevin divide al grupo en dos: él se lleva a la mitad y su hijo, a la otra mitad. Las Kawasakis están prestas y dispuestas para que las estrujen, los mecánicos las han dejado a punto de caramelo. Un grupo se marcha dirección Garrucha, para buscar Antas y las subidas a Lubrín. Otro, busca Carboneras y transita por carreteras de Sorbas y Lucainena. A media mañana, después de horas de rodaje y de fotografiarse en los rincones más bellos de la provincia, los moteros se junto en un punto y hablan de su experiencia a lomo de sus máquinas. Antes de comer [con horario europeo], los grupos se intercambian las rutas para luego regresar al hotel de la familia culpable de que esta iniciativa “haya crecido”. “Todo esto comenzó como una pequeña aventura en 2000, pero gracias a la familia Flores hemos ido creciendo. Tratan a todos los grupos de manera excepcional, lo que hace que la gran mayoría de los que vienen, se interesen por Mojácar y quieran repetir luego”, explica Kevin haciendo referencia a uno de los grandes éxitos de esta iniciativa: los probadores de las motos en invierno se convierten en turistas en verano. Del casco pasan al bañador y las chanclas.

“Eventos de este tipo nos ayudan a romper la estacionalidad turística, a reducir esa brecha estacional que algunos municipios tenemos tan marcados en verano. Gracias al trabajo de empresas como las de Kevin, ampliamos nuestra oferta turística y se ayuda a los negocios locales a que puedan tener más tiempo abierta sus puertas y mantener los puestos de trabajo, algo muy importante en pueblos como Mojácar”, explica el alcade Francisco García, que acudió el martes para saludar al empresario irlandés y su grupo de trabajo.

El regidor se informó de primera mano cómo es el día a día de estos probadores de motos y cómo les está yendo por Mojácar. Estuvo con Kevin y los mecánicos de Kawasaki, que mostraron los últimos modelos que la empresa ha traído hasta Almería, destacando por encima de todas la primera moto híbrida que saldrá próximamente al mercado: “Es el futuro, es la moto más espectacular que hoy por hoy se ha fabricado”, apunta el irlandés haciendo un repaso de los otros modelos que están a punto de guardar en los garajes del hotel para comprobar su rendimiento y dejarles todos los niveles en estado óptimo para la salida de la tarde: “También tenemos por aquí la Kawasaki Ninja 500 o 600, modelos que siempre las actualiza la casa. La Z500 es otra gran moto que presenta alguna novedades interesantes para el cliente”, explica mientras señala a la fila de motos verdes, llamativas, bonitas a la vista, con esa atracción que genera un nombre tan comercial como Ninja.

¿Y cuándo estarán todos estos modelos a la venta? De momento se están probando por las carreteras almerienses y en breve, los clientes podrán disfrutar de ellas en las diferentes casas de venta. “Ahora mismo podemos encontrar algunos de estos modelos, no todos, si vamos a ferias como las de Milán. Donde sí que se pueden ver y probar todos es en Mojácar”, se enorgullece Kevin de traer todos los años las motos más novedosas a la provincia, aquellas que los amantes del motor están deseando poder adquirir.

Mejores comunicaciones

Los grupos de turistas que Kevin está trayendo a Almería están sufriendo en sus carnes la falta de buenas infraestructuras de comunicación que sufre Almería. “Si llegar a Mojácar fuera más fácil, traería el doble de personas a probar las motos cada año”, se sincera el empresario.

El alcalde Mojácar cogió el guante y reconoció que la provincia deja de recibir a muchos turistas por su aislamiento. “Éste es un buen punto de partida, con este tipo de turismo la mejora de comunicaciones debe de ser una realidad”, pedía.

La hora de comer española, dos de la tarde, es casi el momento en el que van a salir los moteros por la tarde. El sol busca el poniente, la tarde es magnífica para que las Kawasakis avancen al unísono ante una agradable brisa marinera.