La salida de Cosentino a bolsa ya no es tan segura
Finanzas
La compañía valora ralentizar el proceso, que estaba previsto para el verano, debido a la crisis reputacional que atraviesa por el caso de la silicosis
Cosentino admite responsabilidades por silicosis en trabajadores del mármol
La crisis de reputación por la que está atravesando en la actualidad la principal empresa de Almería, el Grupo Cosentino, está detrás de las dudas que presenta la compañía sobre la que parecía inminente salida a bolsa de la firma, que ahora podría cancelarse o, al menos, aplazarse, según informa este viernes el digital especializado El Economista. El asunto de la silicosissilicosis, que saltó esta semana a la escena pública después de que el dueño de la compañía llegase a un acuerdo judicial por el que tendrá que indemnizar a varios extrabajadores afectados de esta enfermedad por el manipulado de piedras de Silestone, es el origen de que la decisión esté en al aire y, como mínimo, se vaya a retrasar.
Según esta información, fuentes de la propia compañía habrían asegurado que "no hay una decisión tomada" al respecto de la irrupción en el parqué de la firma asentada en Cantoria, que estaba prevista para este verano y que además iba a ser la única salida a bolsa previsible este año de compañías españolas. Con el panorama actual, se evalúa si la capitalización de la empresa en su estreno bursátil puede ser la esperada hace solo unas semanas, cuando se anunció las firmes intenciones de cotizar, y se estimó en entre 2.500 y 3.000 millones de euros su capitalización de mercado, cantidad que difícilmente podría alcanzarse en este contexto de pérdida de reputación y confianza de la empresa ante los posibles inversores.
Diario de Almería informó el pasado 18 de enero de que el grupo almeriense ha contratado los servicios de las estadounidenses Goldman Sachs y JPMorgan en calidad de coordinadores globales para preparar su salida a Bolsa este año, según público el diario Expansión una vez consultadas fuentes del mercado bursátil.
Con una cifra de negocio que creció un 30% en 2021 alcanzando los 1.401 millones de euros (1.078 en 2020), el desembarco en bolsa estaba previsto para el verano. Consultadas por este periódico, fuentes de la compañía no quisieron valorar entonces los detalles de la operación.
Los hermanos Eduardo, Francisco y José Martínez Cosentino son los dueños de Cosentino con el 100% del capital. La familia fundadora mantendrá el control porque está previsto que coloque entre un 25% y 49% de su capital, según señaló la misma fuente. Ha encargado a los bancos de inversión estadounidenses Goldman Sachs y JP Morgan que realicen todos los pasos para su desembarco bursátil, ya que serán coordinadores globales de la operación, si bien lo más probable es que el proceso se ralentiza, con la idea de que se apacigüen las aguas en el asunto judicial de la silicosis.
Los criterios ESG, una de las claves
El principal riesgo reputacional para la operación sería el relacionado con los criterios ESG (en inglés ‘Environmental, Social and Governance’: ambiental, social y de gobernanza). Se trata de unos factores fundamentales para evaluar la sostenibilidad de una inversión, más allá de los resultados financieros. La 'E' de environmental se refiere a las prácticas que adopta una empresa en relación a la conservación del medio ambiente; la 'S' de social evalúa el impacto que la organización puede tener sobre su entorno social inmediato; y la 'G' de governance se refiere a la gobernanza corporativa dentro de la organización.
Pese a las matizaciones y aclaraciones ofrecidas por el Grupo Cosentino una vez que saltó a escena el problema judicial que atraviesa y las implicaciones sobre la salud de extrabajadores, es obvio que el factor social de estos criterios ESG no le sería en estos momentos favorable para su salida a bolsa y es altamente probable que repercutiera negativamente en la capitalización de mercado de la compañía.
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