La tapia con sifón
Antonio Zapata
Pudieron ser estrellas, 4: Espronceda
Asistimos, en los últimos días, a un interesante giro en el curso de la relación entre Isabel Pantoja y Julián Muñoz que, de amantes inseparables, pasaron a guardar una misteriosa distancia para, en la actualidad, mostrar una actitud de claro enfrentamiento y hostilidad. Así, al ex alcalde de Marbella lo hemos podido leer en diversas entrevistas donde ha ido afirmando cómo su amor hacia la tonadillera se ha ido enfriando tanto que hasta, recientemente, ha sido fotografiado junto a la nueva mujer que ocupa su corazón: Karina Pau. "Nos conocimos en una fiesta de cumpleaños y después coincidimos en una celebración hípica", afirmaba Muñoz durante su comparecencia de la semana pasada en el programa de Tele 5, Sálvame deluxe.
Una plataforma en la que, además, el ex de la Pantoja aprovechó para desvelar detalles de su unión, hasta ahora, privados y que abarcaron desde el momento en el que él le propuso a ella que fuera imagen de la localidad marbellí cuyo ayuntamiento regía hasta el reciente encuentro en la casa de Mi gitana, a donde la sevillana se desplazó para, con un frío apretón de manos, exigirle a su ex compañero que la abandonara de inmediato. "Estando con otra persona no tiene sentido que permanezcas aquí", fue la sentencia que le lanzó la artista para justificar una mudanza que, antes, Julián sólo admitía ante un juez o ante el banco.
Otra más de las innumerables situaciones poco justificadas que salpican esta historia de pasión y odio y que, por citar algunos ejemplos, han llevado a su protagonista masculino a mantener viva una unión, durante su etapa de encarcelación, sólo por, según sus palabras, "cinco minutos de llamadas al día". "Hice el tonto con la huelga de hambre y, sobre todo, por abandonar a mis hijas por Isabel", comentaba durante la mencionada comparecencia televisiva y en la que, previo pago de la cantidad económica correspondiente, la audiencia llegó a escuchar la petición de perdón pública que Muñoz lanzaba hacia su ex, Maite Zaldívar. "Después del calvario que le he hecho pasar, y del que yo soy el culpable, no tendría inconveniente en sentarme con ella, mis hijos y mis nietos a comer", concluyó el entrevistado.
Sea como sea, la reacción del ex de Isabel Pantoja no es sino la consecuencia lógica de las exclusivas que ésta, de unos meses a esta parte, ha ido concedido a la revista ¡Hola! lanzando claros mensajes hacia un hombre que revolucionó su vida y con el que, también hay que decirlo, el entorno de la cantante se mostró desde el principio bastante poco receptivo. "Lo mío con Julián ha terminado. Ha sido una decisión muy dolorosa", afirmaba la intérprete en la portada de la mencionada publicación el pasado 18 de febrero. Meses después, en concreto el 2 de septiembre, volvía a la carga con nuevas declaraciones: "Me gustaría estar con la persona que quiero, pero no puede ser", llegó a comentar por entonces mientras avanzaba la llegada de un nuevo disco bajo el sello del mexicano Juan Gabriel.
Amparada en su trabajo, y ante los últimos acontecimientos, Pantoja -que, en privado, lamenta quedar como "la mala de la película"- ha optado por la "callada por respuesta" en espera de responder sólo cuando lo estime conveniente. Mientras tanto, antes de anoche -y a pesar de los intentos de los abogados de la cantante de paralizar dicha emisión- la viuda de Paquirri volvió a ocupar minutos en la pequeña pantalla cuando, Jordi González, conductor de La noria, destapó en Informe Pantoja 707 las razones que podrían hacerle temer la acción de la justicia tras su implicación personal con n Julián Muñoz procesado por algunas causas que aún están en vías de resolución. Un reportaje que contó con más de tres millones de espectadores y que volvió a poner de manifiesto el interés sobre este complicado serial con melodía de copla el cual, a las pruebas nos remitimos, parece no tener final.
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