La Rambla
Julio Gonzálvez
Paz y felicidad
Aahora resulta que España ya no es país soberano para distribuir sus gastos e inversiones como mejor le parezca en orden a satisfacer las necesidades de sus ciudadanos y sus intereses como estado. No, no, ahora es Trump quien dicta a todo el mundo lo que tiene que gastar y en qué lo tienen que gastar, a España también. Y si no se hace como él dice, amenaza. Pero lo más sorprendente de todo esto es que la derecha, tan españolista, tan patriota y tan nacional, acata a Trump. El Gobierno dice que no puede subir el gasto militar hasta el 5 % del PIB porque se resentirían los servicios públicos, como Educación, Sanidad, Pensiones, Dependencia, etc. Eso ni a Trump ni a la derecha española le importa una gaita, pues los servicios públicos son para ellos secundarios. Para la derecha y la extrema derecha españolas lo importante es acatar las órdenes del nuevo dictador del mundo. Son como aquel perro que ponía toda su atención en el altavoz porque escuchaba la voz de su amo. Diga lo que diga el amo, siempre tendrá más razón que el Gobierno de su país. Porque es el dueño del poder del dinero y la fuerza militar, todo lo contrario a la Política.
Este tema, el de la defensa militar del país, la pertenencia a la OTAN y todo eso, es el tema estrella de la izquierda, lo ha sido siempre. La izquierda es de por sí pacifista. Dice que los problemas hay que solucionarlos negociando, no por las armas. Que hay que perseguir a los traficantes de armas, a los señores de la guerra, etc. En esto, como en tantas cosas, confunde el deseo con la realidad.
No solo porque siempre ha habido guerras, sino también porque la violencia sigue siendo el único lenguaje que conoce el hombre para solventar los problemas entre vecinos. Los compromisos que España tiene adquiridos con su entrada y permanencia en la OTAN –liderada, no se olvide, por USA– no incluyen someterse a los dictados del jefe de un estado extranjero. Pero esto no es lo que importa a la izquierda.
Lo que le importa a todos los partidos y partidillos a la izquierda del socialismo es dejar clara su postura ideológica. No aportan ideas para una solución posible, sino ideología para bloquearse a sí mismos ante el problema. Y en esa ideología entra oponerse a todo lo que les suene a militarismo occidental o violencia capitalista. Trump ha resucitado viejos fantasmas de la izquierda con su intransigente y extremista exigencia a España.
También te puede interesar