Entre los años 2012 y 2018, los gobiernos de Mariano Rajoy incluyeron en los Presupuestos Generales del Estado 559 millones de euros para el AVE entre Almería y Murcia y 36,8 millones para la reparación de la desaladora del Bajo Almanzora. Ni en un caso ni en otro aquel presidente del PP y los ministros que ocuparon las carteras de Fomento y de Medio Ambiente gastaron un solo euro de lo presupuestado en estas infraestructuras.

Un ejercicio tras otro, los dirigentes del PP en Almería y sus representantes en el Gobierno de España nos contaron milongas de todo tipo y grosor, a cada cual más falsa y más grosera. Los almerienses y las almerienses fuimos engañados de la peor manera posible, -como el meme que circula por las redes sociales-, sin rubor ni mesura durante aquellos siete largos años del Partido Popular en el poder, pero también por la derecha económica, conviene no olvidarlo, que ejerció de mera observadora de los múltiples atropellos y abusos a la provincia.

Todos los aludidos y aludidas deberían hacer un ejercicio de introspección y concluir que, de haberse unido al conjunto de la sociedad en aquellos momentos, exigiendo el cumplimiento de las inversiones y de los proyectos diseñados, hoy el AVE estaría discurriendo en doble vía por las traviesas del Corredor Mediterráneo. Las mentiras que ha tenido que soportar la provincia de Almería con los gobiernos del PP se remontan incluso a muchos años antes, cuando el vicepresidente del Gobierno de José María Aznar, el excarcelado Rodrigo Rato, prometió en Almería que el Euromed llegaría a la provincia en 2005, coincidiendo con la celebración de los Juegos Mediterráneos.

Un día sí y otro también, el PP debería estar pidiendo perdón a Almería por todas esas mentiras y agradecer al Gobierno de Pedro Sánchez que hoy esas dos infraestructuras y otras como la autovía energética del Levante, que permitirá desarrollar decenas de proyectos de energías renovables, estén en marcha y en plazo.

Si hay algo que, por lo tanto, deberíamos evitar los almerienses el 23 de julio es confiar en esa derecha embustera que nunca ha creído en nuestra tierra y cuyo compromiso es nulo con la sociedad almeriense, a pesar de recoger muchos votos por el camino gracias a su engrasada maquinaria de producción masiva de bulos y fake news. En eso, hay que reconocerlo, son unos campeones.