Siempre fue una gran señora. Una excelente mujer, gran madre, maravillosa esposa y amiga de sus amigos. Doña Blanca Crusset, madre de Carlos Herrera, un hermano para mí, se marchó el pasado 29 de enero con 91 años. Todavía recuerdo la última vez que la vi en Sanlúcar de Barrameda, en el cumpleaños de su hijo. Me emocionó comprobar su gran memoria, se acordaba de todo. Todavía recordaba cuando hace 30 años fui invitado a la grabación del programa 'Las coplas' para Canal Sur Televisión que hacía su hijo con esa maestría única que tiene Herrera, y que comunica con tanta facilidad. Qué recuerdos de Doña Blanca. Aquel día comimos arroz. Luego llegaron los invitados Enrique Vargas El Príncipe Gitano y Massiel. Ese día descubrí la pasión que Carlos Herrera sentía por su madre. Su relación era muy especial, ya que Doña Blanca enviudó siendo muy joven y cuando Carlos tenía 11 años. En todo este tiempo se fraguó una relación excepcional, de plena confianza, donde Doña Blanca fue testigo de grandes momentos. Allá donde esté, no la olvidamos.