Mascarón de proa

Eduardo G. Zárate

Hispano, Barreiros, Pegaso y Seat

02 de junio 2010 - 01:00

ESTÁN los medios recordando que hace 60 años, vio la luz por primera vez la marca SEAT y los que vivimos aquel nacimiento, nos sentíamos orgullosos de que fuese un producto español, un coche español, el que iba a rodar por las carreteras españolas.Pero no era tan español, ya que si bien era posible con la peseta mayoritaria de aquel organismo que se llamó el INI y los bancos, en realidad era la italiana FIAT la que aportaba la tecnología y el diseño, cobrando por ello, claro. Hoy pertenece, creo, al grupo Volkswagen. Ya en 1900, poco más o menos, gracias a lo que ahora se llama emprendedores, dimos a luz el Hispano Suiza, un coche de gran lujo, capaz de competir con los ingleses más prestigiosos de la época y que fue el juguete preferido del nefasto Alfonso XIII. No era un coche popular, pero tampoco lo son el Rolls o el Bentley y aún siguen reportando divisas a sus creadores. El Hispano Suiza murió, pese al orgullo que sintieron los españolitos de la época. En 1946 apareció el Pegaso. La leche de coche. Moderno, veloz, caro, pero netamente español. Con unos hermanos enormes, los camiones, que durante décadas recorrieron caminos y carreteras de España y Europa. Al final vinieron los italianos de IVECO y dejó de ser español. Otro sueño de orgullo fallido. Barreiros. Entre gallego y español. Madrileño. No tan fortachón como el Pegaso, pero más ágil y con sus motores a gasoil que hicieron la felicidad de tanto transportista.Pero también desapareció de nuestro orgullo. Y hoy cuando solo nos preocupa el"recorte" y las medidas de austeridad, uno se pregunta que conseguidas éstas…¿De qué vamos a vivir? Hace bastante tiempo que no encuentro en mi entorno algo, un objeto, un boli o un reloj, unas gafas o unos calzoncillos en los que lea "Made in Spain", sin que tras esos objetos se encuentre una multinacional que es quién se lleva los beneficios reales. Y no me refiero a lo fabricado en China o en Singapur. Ellos están fabricando, pero los diseños e invención no son suyos. Y no me mueven sentimientos patrioteros, sino simple razonamiento financiero.Inventemos y vendamos y dejémos de ser unos amamantados de Europa que son quienes realmente se benefician y quienes nos imponen, cada vez más, sus condiciones de supervivencia. Nos ayudaron, es cierto, pero hay veces que el precio que hay que pagar quizá no compense en el tiempo. No hemos sabido vendernos ni vender. Los italianos le sacan mas beneficio a nuestro aceite que nosotros y los franceses han convencido al mundo de que el mejor vino es el vino francés. Quizá ahí radiquen nuestros problemas. Hay que suprimir de raíz los gastos en los que hemos incurrido como si fuésemos un país rico, No hay duda. Pero seguiremos siendo simplemente un subíais a no ser que comprendamos cual tiene que ser nuestro objeticvo en el mundo.

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