La mirada zurda
Antonio Guerrero
¿Puede una IA tener conciencia?
ADICTA al Trendic Topic, Lucía (Etxebarria) se enfanga hasta más no poder en La Red Social. Para ella no se ha descubierto aún algoritmo que valga. No existe problema o vicisitud personal que no le dé de lleno. Desde que le cayó el mal de ojo con el asunto del plagio, que de eso hace ya, esta chica ha vagado por el océano de los titulares instalándose en un ojo del huracán permanente. Seguida por 21 miles de personas en Facebook ya no hay acción suya en este medio que no llame al desconcierto.
Para más inri de olvidar ocultar una foto suya desnuda que supuestamente no era para el público, (al final salió hasta en el diario El Mundo), sortear una cena con ella misma para los primeros compradores de su última novela o amagar con tirar la toalla, dejar de escribir y buscarse un curro por el fracaso de ventas, no se le ocurre más que buscar acompañante (por medio de su blog, es decir mediante convocatoria pública) para ir este verano al Low Cost Festival (con pase VIP para piscina y todo). Y tan low cost que está la cosa o así la pinta. Y mira que en el terreno literario ha dicho y tiene mucho que decir, pero si encima va y le echa gasolina a los prejuicios, -como si a los españoles nos hiciera falta- la tumba que se cava es de las que no tienen fondo. Yo la recuerdo en Almería cuando vino a presentar su novela Cosmofobia -excelente novela, por cierto- toda hecha un amasijo de nervios y miedo escénico, con su coca-cola light y su naturalidad y chispa impropia de una ya por entonces Premio Planeta y Premio Nadal.
A ella no le dieron clases de saber estar ante un público, lo cual celebro, ya que antes y después he visto perfectos presentadores de libros que vendían un saber estar de alto standing cuyo saber escribir no era tan alto. Y yo la preferí a ella, capaz de explicarte con una cola larguísima de gente esperando para obtener un ejemplar firmado, que la foto de la solapa se la había hecho en un fotomatón de barrio.
Yo tampoco había hecho muchas colas para que me firmen un libro antes pero desde entonces nunca las he vuelto a hacer. Preferí meterme el chute de sus libros, el de Kurt Cobain, por ejemplo. Es increíble, o sea, español, que todavía montones de gentes, lectores, no lectores, entendidos, no entendidos y demás opinadores echen pestes literarias a su costa sin haber leído ni una línea.
En la era del escritor o escritora que es mejor escritor o escritora según con que soltura responde a una entrevista o con que fotogénica pose sale en las fotos, Lucía (Etxebarria) no da la talla, sólo la dan sus libros o sea, justo lo contrario de lo que se exige.
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