La Rambla
Julio Gonzálvez
Paz y felicidad
A más de uno no le queda otra que rendirse a la evidencia. Como un león hambriento saltó al césped del Mediterráneo el tiburón de Vallecas, Álvaro Negredo, ya que dos semanas sin fútbol es mucho tiempo para un delantero que vive por y para el gol. Ya os dije que yo no hubiera pagado un céntimo para que jugase en el Bernabéu porque no nos iba a garantizar absolutamente nada su presencia, pero sí que merece la pena pagar por verle jugar con la camiseta rojiblanca que, además, le queda muy bien. El sábado estuvo de "matrícula de honor" y ha vuelto a demostrar que tener a Negredo en el Almería es un lujazo para este equipo. Con su gol y sus dos asistencias volvió a dejar muy claro que más tarde o más temprano el bueno de Don Vicente tendrá que rendirse y llamarlo para que esté entre los mejores, que es donde se merece. Negredo es un "seguro de vida" para este Almería y todos lo sabemos. Ojalá las lesiones le respeten hasta final de temporada y siga haciendo muchos goles para el Almería, porque esos goles sumarán puntos para el equipo rojiblanco. Hablando de puntos. Los del sábado, importantísimos, además, jugando al fútbol y plantándole cara a un equipo que quiere meterse entre los cuatro mejores del continente. Eso es el Almería que todos conocemos. El otro día volvió a sacar la casta, enchufado en el partido desde el calentamiento, demostrando, además, a todo el mundo, que es un equipo señor, ya que cuando se lesionó Santi Cazorla, no quiso hacer sangre. Ah, que no se me olvide. Enhorabuena a la afición que, tal y como se esperaba, no le iba a fallar al equipo. Con precios razonables para los tiempos que corren las gradas no se ven tan vacías.
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