Apagones made in levante

Almería fue la última provincia de España en recuperar el suministro eléctrico (como no podía ser de otra manera, que diría un tertuliano), y dentro de la provincia los pueblos del Levante fueron los últimos de los últimos; para más inri, el otro apagón, el del agua, les duró día y medio, al menos en Garrucha, y menos mal, porque cuando me enteré de que había problemas para reiniciar la desaladora de Carboneras, me acordé de lo que tardan en ‘reiniciar’ la de Villaricos y me eché a temblar; que ya, que ya sé que no es el mismo caso, pero con tanta oscuridad todo se ve muy negro.

¿Qué pasaría en el resto del país si estuvieran día y medio sin agua, máxime en Cataluña y el País Vasco?

Pero no seamos derrotistas y veamos el vaso medio lleno (antes de que la vuelvan a cortar por cualquier otra avería, que por aquí son frecuentes): fuimos los que estuvimos más tiempo sin luz y sin agua, sí, pero, a cambio, no se nos paró ningún tren (ni siquiera de cercanías) y, lo que es más importante, dentro de nueve meses habrá más partos (y esto hay que ponerlo en valor, que diría otro tertuliano).

Si por otras zonas hubo Aves que estuvieron 12 horas parados, cualquiera sabe lo que hubiera ocurrido aquí de haberlos tenido: “Un tren de alta velocidad lleva cuatro días detenido entre Vera y Almería por problemas para reiniciar la catenaria”, dirían hoy en cualquier telediario, no en el sumario, por supuesto, sino al término del informativo.

En cuanto al próximo repunte de la natalidad, de eso qué, ¿eh?, ¿también vamos a poner a parir, nunca mejor dicho, al presidente Sánchez?, digo yo que habrá que felicitarlo, ¿no? Porque en la noche del pasado lunes, sin tele y, sobre todo, sin móviles, ¿qué se podía hacer? Que sí, que los sueldos son muy escasos, la vivienda está imposible y todo lo demás, pero ponte a buscar un preservativo a oscuras, que lo mismo tiras la lámpara de la mesita de noche y la rompes. “¿Pero no has podido comprar velas en el súper?”. “¡Se habían agotado! ¡Y no me eches la bronca que me cortas el rollo!”.

Claro que si muchos tenían transistores a pilas y escucharon las ‘explicaciones’ de nuestro querido Pedro, o se enteraron de que la experta que manda en Red Eléctrica cobra más de medio millón de euros al año, igual sufrieron un ataque agudo de disfunción eréctil, no sé. En fin, para apagones, apagones, los del Levante almeriense, oiga, el resto son apagoncetes o apagoncillos.