El conocimiento de tácticas de combate, los medios económicos y por supuesto las connotaciones culturales de los pueblos romanos influyeron tremendamente sobre el casco, una prenda bélica que protegía la cabeza y la cara. Espero Adela, satisfacer tu curiosidad y afición a los romanos. Los primeros cascos Itálicos de cresta o tipo Negau, siglo XVIII - VI a.C, eran elegantes, pero no protegían la cara, lo que dio lugar a usar los cascos griegos, que se fusionaron con Etruscos y Greco Itálicos protegiendo bien la nuca. Otros pueblos alpinos, como eran los Celtas, abandonaban el tipo protección Berru, muy espectacular, dando paso a distintos modelos, entre los que estaban los cascos de tipo Hemisférico con remate superior, que permitían enganchar penachos y plumas; además este tipo de casco estaba provisto de guarda nuca y amplias carrilleras que protegían el rostro; un poco más tarde, en el área central de Italia, gozo de cierta fama el modelo Montefortino, conocido también como gorra de jockey, típico de las Legiones Romanas y usado en las guerras contra Carthago, este casco se utilizó hasta la época de Cesar y Augusto.

La protección de la cabeza y de la cara entre el 300 y 200 a.C eran muy cuidadas y los cascos muy bien decorados, como atestigua la versión especial decorada con Sogueado y Punteado sobre la nuca, y no la visera como se ha pensado en alguna ocasión, este casco, fue del siglo II a.C, y se ha encontrado en contextos arqueológicos indígenas, como tumbas, gozando de un gran aprecio; sin embargo llama la atención que en contextos peninsulares les falten sus carrilleras, por lo que pensamos que esto puede deberse, en parte a que no se adaptase al tipo de lucha local.

Pero llegado el siglo I a.C, la profesionalidad del ejercito romano, dio lugar a que lo financiase el Estado, lo cual produjo una degradación en la calidad de los mismos, desapareciendo la decoración y haciéndose más corto el guarda nuca; este casco que recibió el nombre de Buggenum, formaba parte de las legiones de Mario, Cesar, incluso de las de Augusto, además, siguió fabricándose de una forma mucho más sencilla y simplificada, dando lugar al nombre de Coolus Mannheim. El mundo Clásico-Romano, ha sido llevado al Séptimo Arte en numerosas ocasiones, y Hollywood ha hecho su propia versión, en la que no hay una adaptación propia a la realidad, lo mismo ocurrió con Gladiador, donde aún no existían los estribos.

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