En caso de duda es un libro de poemas que cuando llega a tus manos no puedes dejar de leer. Es un manuscrito, un legado de un poeta que, como Antonio Manilla, cede al lector, con la elegancia y la precisión que merece. Y es que no sólo lo digo yo. En palabras de José Luis Morante, define a la poesía de Manilla como el empleo del poema breve, el uso de la ironía que busca distanciarse de la voz biográfica, y el recurrir a asuntos impregnados de lo existencial, siempre tratados con intensidad emotiva. La triada poética de Antonio Manilla provoca los efectos secundarios de una antología parcial. Favorece una perspectiva amplia sobre las constantes vitales de su ideario estético: memoria y temporalidad. La poesía de Antonio Manilla se deshace en el paladar. Leemos sus versos, una puerta a la belleza del ser humano, un viaje hacia los rincones íntimos del alma, y que nos dejan destellos como: Hablamos del amor./Te digo:/nada es para siempre./Yo me conformo/-dices-/con una vida. Y después de esta revelación, debemos de seguir viviendo. Con el pálpito de un texto entre los labios. Malviviendo de la prosa para ser y reconocernos, al menos, por un momento. Álvaro Valverde, en un acercamiento a la última obra del poeta, asevera que ya en el el título del libro lo dice casi todo y con Manilla, además, no suele haber ni trampa ni cartón. Su poesía es diáfana, de línea clara, muy vital, de la experiencia cotidiana y tono autobiográfico. Aquí encontramos poemas breves e intensos, vagamente sentimentales y muy irónicos, en torno al amor y a sus variadas y variables circunstancias. La sencillez, el ritmo fundado en una métrica precisa, la reiteración incluso (aquí la originalidad sobra) no impiden, al revés, que leamos un libro donde la poesía, ese humilde milagro, bulle. Y sigo leyendo los versos del poeta. Acabo anclado en su dolor. En su certeza. En el prodigio del poema cuando es Antonio Manilla quien lo blande: Lo que vino después, a nadie le importa/Tú mira nuestra risa: el oro y no la escoria./Queda para nosotros lo triste de la historia.

Este año podremos disfrutar de los versos de Antonio Manilla en el VII Encuentro de las Artes y de las Letras de Mediterráneo que se organizará esta semana en la Almería. Una delicia poética que hay que probar.

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