El corazón de Almería vuelve a latir

Tras un cuarto de siglo de esfuerzo, dedicación y paciencia, Almería ha culminado, por fin, un proyecto largamente anhelado: la transformación integral de la Plaza de la Constitución, popularmente conocida como Plaza Vieja, el corazón vivo del Centro Histórico y la puerta de entrada a unas Casas Consistoriales, también rehabilitadas, que lucen hoy en todo su esplendor. Esta plaza, que ha sido testigo de la evolución de la ciudad, renace como espacio público lleno de belleza, funcionalidad y sentido colectivo, dispuesta a recuperar el pulso como epicentro administrativo, cultural y social de la capital.

Durante la inauguración el pasado jueves, la alcaldesa, María del Mar Vázquez, sintetizó el sentir de toda la ciudad: “La Plaza Vieja es de todos los almerienses”, consciente del peso simbólico de este lugar, memoria viva de nuestra identidad. Con su remodelación no sólo culmina un ambicioso proyecto urbanístico, sino que recuperamos un pedazo esencial del alma de la capital. Lo que durante más de dos décadas fue ejemplo de abandono, desidia y desencuentros políticos hoy se transforma en una puerta abierta a la convivencia y al futuro.

La Plaza de las Cañas, de la Constitución o Plaza Vieja (tres nombres para un mismo espacio) vuelve a estar al servicio de los vecinos, de la cultura, de la historia pasada y de la que está por llegar “porque es donde nuestras raíces se entrelazan con la vitalidad de una ciudad que mira a las próximas generaciones”, nos recordaba la alcaldesa.

La nueva Plaza Vieja se integra plenamente en el eje patrimonial y cultural que une la Alcazaba, San Cristóbal, las Casas Consistoriales y el Parque de la Hoya. Un nuevo mapa simbólico para una ciudad que no deja de crecer ni de reencontrarse con un pasado que hoy brilla como nunca. Y que sigue transformándose para bien de los almerienses y sorpresa de los que nos visitan, cada día en mayor número.

Almería no solo inaugura una obra, asume un compromiso que invita a trabajar por lo común, más allá de las diferencias. Y, como dijo la regidora, “ojalá esta plaza, que ha quedado preciosa, nos ilumine a todos como el Sol de Villalán que está a nuestros pies”. Que así sea.