La derecha que votas

Hoy no escribiré sobre educación. O sí, porque es imposible no aprender y hay aprendizajes que trascienden la escuela o el sistema educativo. No se puede hablar de «nimiedades» como la escuela cuando se están arrasando cruelmente vidas humanas, de manera indiscriminada.

Hasta ahora daba la impresión de que existían muchos tipos de derechas. En teoría, hay mil posibilidades: desde el neoliberalismo económico radical o moderado, hasta posturas abiertamente conservadoras, ultraconservadoras, catolicismo retrógrado, ateísmo pragmático… y mil opciones más, entre el centro-derecha y el fascismo.

Sin embargo, el posicionamiento en bloque de la derecha española en torno al genocidio en Gaza no deja lugar a dudas. Ya sabíamos lo que el partido patrio de ultraderecha iba a decir: que a los moros hay que exterminarlos, como sea. Lo que no imaginábamos es que la derecha teóricamente moderada y demócrata iba a posicionarse a su lado, de la mano. La única explicación para esto hay que buscarla muchas décadas atrás. Ambos partidos proceden de un mismo tronco común, el franquismo. Para los más jóvenes: el fundador de la derecha «democrática» fue Manuel Fraga, ministro de Franco, ese señor bajito, feo y con voz aflautada que gustaba de hacerse fotos con dictadores fascistas europeos como Mussolini o Hitler, le gustaba represaliar a quien pensaba diferente (fusilamientos, cárcel y torturas) y en los 40, cuando la población española pasaba hambre, se dedicaba a enviar barcos cargados de alimentos y material para su coleguita alemán. Lo que «molaba» entonces era matar judíos. Ahora mola mucho más matar moros.

Ya sí que lo entiendes, lo entendemos todos. Las máscaras se han caído. En el caso de España no hay distintos partidos de derechas, no hay opciones. Hay una sola derecha, fascista y franquista, radical. Tú sabrás, querido amigo, querido familiar, querido vecino de derechas, en qué foto quieres aparecer. ¿Quieres estar junto a quienes celebran los bombardeos? ¿junto a los soldados (ahora, pobrecitos, traumatizados según dice Israel) que disparan a bocajarro a niños y niñas, a veces bebés? ¿Estás deseando ir al «resort» que se construirá sobre la sangre y el sufrimiento de un pueblo entero? No hay medias tintas. No hay matices. Una de tus admiradas políticas habla de «ambiente pre-guerra civil» en España, solo por decir que existe un genocidio (una obviedad). Es de ser muy mala persona, tener muy malas entrañas... No te juzgaré yo, ni te juzgará la izquierda. Te juzgará la historia.