La isla de los faisanes

En el contexto de la guerra de los Treinta Años, librada en Europa Central entre los años 1618 y 1648, en la que intervinieron la mayoría de las grandes potencias europeas de la época, y que finalizó con la Paz de Westfalia en 1648, nuestra Nación y Francia estuvieron en guerra en el periodo comprendido entre 1635 y 1659, año en el que se alcanzó la paz con el acuerdo entre ambas Naciones conocido como la Paz de los Pirineos. Este acuerdo de paz se firmó en un islote fluvial despoblado situado en el cauce del río Bidasoa, cerca de su desembocadura, que delimita la frontera entre ambas Naciones: con Irún, en la orilla española y Hendaya en la francesa. Con tan solo 6.820 metros cuadrados de superficie (apenas mayor que un campo de fútbol), este islote llamado Isla de los Faisanes, también conocido como Isla de las Conferencias o de los Diplomáticos, no es un enclave de interés militar o estratégico, pero su localización le ha hecho protagonista de las disputas entre ambas Naciones durante siglos, y su importancia radica por ser el lugar elegido para celebrar en 1659 la conferencia de paz. En esta conferencia, el Rey francés Luis XIV (el Rey Sol) y nuestro Rey Felipe IV, estuvieron representados por sus Ministros el Cardenal Mazarino y Luis Méndez de Haro, respectivamente, que negociaron y firmaron el Tratado de los Pirineos, por el cual se ponía fin a las hostilidades. Los dos Reyes se encontraron meses después en el mismo islote para entregar Felipe IV en matrimonio a su hija María Teresa de Austria al Rey francés, para reforzar con ello el tratado de paz. Este encuentro entre ambos Reyes quedó plasmado en una pintura al óleo sobre lienzo del pintor francés Jacques Laumosnier (1669-1744), que se encuentra expuesta en el Museo de Tessé, en la ciudad francesa de Le Mans, y del que hay un Tapiz de Charles Le Brun (1619-1690) representando la misma escena, en la Embajada de Francia en Madrid.

Sin embargo, y a pesar del Tratado de los Pirineos, nuestra Nación y Francia seguimos enfrentándonos en distintas guerras y conflictos, siendo la más sangrienta la Guerra de Independencia a principios del siglo XIX. No sería hasta mediados del citado siglo, cuando las dos naciones suscribieron los Tratados de Bayona, en los que se delimitaron las fronteras entre ambas Naciones y se acordó compartir la soberanía sobre la isla de los Faisanes (1856) que hacen de este islote el territorio compartido entre dos Naciones (o «condominio») más pequeño del mundo. Esta soberanía común dejó varias cuestiones sin resolver como, por ejemplo, qué legislación debía aplicarse en caso de comisión de un delito. La firma de un convenio en 1901 resolvió definitivamente los problemas que pudieran derivarse de esta soberanía compartida, estableciendo en el mismo que las dos Naciones se turnarían la soberanía de la isla cada seis meses. Francia fue la primera en ostentarla, y desde entonces, ejerce la soberanía del territorio entre agosto y enero, y nuestra Nación entre febrero y julio. Por lo que respecta al control efectivo de la Isla, este recae sobre las Comandancias Navales de San Sebastián, por nuestra parte, y de Hendaya, por parte francesa.

Tal y como sucede cada seis meses desde 1901, el pasado lunes día 1 de agosto, se produjo la entrega del condominio por nuestra Nación a Francia para los próximos seis meses. A la ceremonia solemne del traspaso de poderes conferidos a los comandantes navales, la Delegación de Guipúzcoa de la Real Hermandad de Veteranos de las FAS y de la GC, cuya Delegación en Almería tengo el honor de presidir, fue invitada por la Comandante Naval Francesa del Bidasoa y el Comandante Naval de San Sebastián. El acto de traspaso de jurisdicción de nuestro Comandante Naval de San Sebastián a la Comandante de la Estación Naval francesa del Bidasoa, se inició con una alocución de ambos Comandantes Navales, posteriormente se interpretó el himno de la isla de los Faisanes, del compositor guipuzcoano D. Juan Flaquer, y por último, para significar la finalización de la jurisdicción española sobre la isla, se efectuó el arriado de nuestra Bandera Nacional y el izado de la francesa, con los himnos de ambas Naciones, interpretados por la banda de música del Regimiento de Infantería “Tercio Viejo de Sicilia” Nº 67, cumpliendo con ello las formalidades establecidas en el convenio firmado en 1901, y siendo testigos de ello los Veteranos de las Fuerzas Armadas y Guardia Civil de Guipúzcoa.