Manual de privatización para Dummies

Introducciónal manual. Estás jubilado. Imagínate que una mañana te despiertas con un fuerte dolor de cabeza y mareado. Vas al médico en autobús urbano. En el médico deciden darte un tratamiento (no ingresarte) y darte cita para una serie de pruebas: análisis de sangre, de orina y TAC. Vas a la farmacia. A la vuelta pasas por el centro de mayores (hay taller de teatro, esa tarde) y bajas la basura. Antes de dormir llaman a tu puerta. Es un cobrador que te dice que tienes que pagar tu día de jubilado (30 €, ya que cobras pensión mínima), el autobús (3 €, no subvencionado), el médico de urgencias (120 €), las medicinas (20 €), el taller de teatro (15 €, una sola sesión semanal), el autobús de vuelta (otros 3 €) y el señor que te recoge la basura a domicilio (30 €). La factura de hoy es de 221 €. El cobrador te avisa de que las pruebas médicas supondrán un total de 500 € (el TAC es muy caro). Valga esta introducción para los «dummies» que piensan que no hay que pagar impuestos.

Tema 1. ¿Es lo mismo el desprecio que la desatención? Cuando alguien te desprecia abiertamente, te pone en situación de ataque. Si tu pareja te habla mal, te insulta o te grita, es fácil dejarla. Si en cambio lo que hace es dejar de tener detalles contigo poco a poco, igual no te das cuenta… hoy no te da el beso de despedida, mañana está con gesto serio, pasado mañana se olvida del aniversario… y un día te preguntas por qué te sientes solo. Puede que te culpabilices, pero también podría ser una estrategia. Si no haces nada por los servicios públicos, se van marchitando poco a poco. Si hay que hacer mantenimiento, si surgen nuevas y mejores propuestas, si hay que gastar un mínimo en renovar y se abandona, abonas el terreno para decir que lo privado es mejor.

Tema 2. Dáselo a una empresa. Si hay algo nuevo, realmente bueno, aquello que más éxito pueda tener, lo que más guste a la ciudadanía o al mercado laboral, lo que esté en auge, de moda… no se te ocurra dárselo al Estado. Que no se te pase por la cabeza que sea público. De este modo, el prestigio de lo privado será aún mayor. Por el camino has echado por tierra la igualdad de oportunidades, la compensación de desigualdades y el bien común, pero te aseguras llenarte los bolsillos si haces buenas amistades en las empresas adjudicatarias.

Está pasando. Investiguen los datos de las comunidades más privatizadoras. También está pasando en Andalucía. También en Educación.

Y no nos olvidemos de Gaza. Hay que parar el genocidio. YA