Artículos

Ángel López Moya

La minería en Almería (I)

Otra explotación minera fue la de Rodalquilar con sus célebres minas de oro, que tuvo actividad desde 1864 hasta 1966

08 de enero 2024 - 00:00

Las minas de la provincia empezaron a explotarlas los romanos, algunas incluso antes, pero hoy quiero hablar del peso que tuvo nuestra provincia en la actividad minera durante el siglo XIX y gran parte del XX. Al hacer senderismo por nuestras sierras, es fácil toparse con minas abandonadas, vaciaderos, trozos de vía estrecha de las vagonetas que transportaban los minerales, fundiciones y chimeneas que a duras penas resisten el paso de los años, lavaderos, restos de poblados mineros y hasta las ruinas de algunas iglesias que permanecen mudas en cerros inaccesibles y profundos barrancos. En 5º de bachiller, Don Ignacio Cubillas, catedrático de Ciencias Naturales del Instituto, nos sorprendió un día hablándonos de la riqueza de minerales que había en el subsuelo de nuestra provincia, concretamente mineral de hierro y los alumnos no entendíamos cómo había que transportar ese mineral a Sagunto y en la mayoría de los casos a Vizcaya, en vez de haber construido altos hornos aquí.

En todas las sierras de Almería se explotaban minas de diversos minerales y algunos de ellos fueron descubiertos por primera vez en el mundo en nuestro suelo: cito la almeriita, descubierta en un filón de Adra, la andalucita descubierta en Almería y la almagrerita que también se encontró por primera vez en Sierra Almagrera. En la provincia se han explotado minas de: plomo en la Sierra de Gádor y podemos leer en el Espasa: “La Sierra de Gádor se ha dicho metafóricamente que es una montaña de plomo”; en Las Menas de Serón en la Sierra de Filabres, en el Marquesado de Zenete las minas de Alquife, que aunque pertenece a Granada, el oligisto que se extraía de ellas se transportaba en vagones especiales hasta el Cable del Inglés, donde era embarcado por gravedad, no sin antes haber dejado una capa de pesado polvo ocre en todas las fachadas y jardines de las casas de Ciudad Jardín.

Otra explotación minera fue la de Rodalquilar con sus célebres minas de oro, que tuvo actividad desde 1864 hasta 1966, en que se cerraron por agotamiento del filón que había en la cantera del cerro del Cinto. Otro recuerdo de nuestro inolvidable Don Ignacio Cubillas ocurrió un día, cuando nos llevó a ver estas minas y uno de mis compañeros preguntó con timidez, al que nos las enseñaba, si podía traerse un trocito de aquel rico mineral: el hombre sonriendo le contestó: sí hijo, puedes llevarte todas las piedras que quieras. Siguiendo con la lista de minas, citamos las de yeso en Sorbas; en Sierra Alhamilla las minas de hierro de Lucainena de las Torres y las de Bédar. En Sierra Almagrera se explotaron minas de plomo, plata y jarosita. Hay canteras de mármol en Macael, cuya producción se vende por todo el mundo. Hace unos cinco años estando de viaje en la India, concretamente en Jaipur, que produce todas las variedades de mármol imaginables, nos explicaba el guía, al mostrarnos sus productos, que todas las variedades de mármol que utilizaban en la confección de aquellos preciados objetos eran nacionales, salvo una variedad que importaban de España. Al preguntarle alguien de qué parte de España, contestó sin titubear: de Macael, Almería. Sentí una gran satisfacción. También tuvimos minas de talco en Almería donde se forma la Rambla de Belén. Las últimas minas que se explotaron en la provincia, fueron las de la Gabiarra, en el extremo oriental de Sierra Nevada en los términos de Paterna del Río y Laujar de Andarax, concretamente en la falda del Pico del Almirez (2519 m.) explotación de mineral de hierro a cielo abierto, donde había varias canteras: La Trancá, Cantera

Grande, Las Verticales y Santa Rosa, donde trabajaban las cuadrillas de los de Alcolea, cuya patrona es Santa Rosa de Viterbo. De estas canteras se extraía oligisto, mineral que se bajaba en camiones por una pista y por una carretera infernal hasta el puerto de Adra, donde era embarcado con destino Vizcaya o Sagunto. Estas canteras prácticamente se cerraron en 1972. Se trabajaba durante unos 7 meses al año, pues las minas estaban entre los 2100 y los 2250 m. de altitud y el invierno era el peor enemigo para los mineros y la pista se ponía intransitable para los camiones.

Si usted visita las zonas mineras, es fácil que se encuentre con algunas torres; pero no todas son iguales. Una torre vertical, es la chimenea de un horno de fundición. Si se trata de una galería pegada al suelo en sentido ascendente, que termina en una pequeña chimenea, es una galería de condensación, muy utilizada en las fundiciones de plomo. La galería podría tener más de cien metros y una altura tal que pudiese entrar por ella un hombre para recoger el plomo que se depositaba en el suelo al condensarse los vapores. Por último diremos que si la torre es alta y tiene ventanas, sin ninguna duda es una torre de perdigones. Estas torres las inventó William Watts. Un día de lluvia, observaba como el agua depositada en los alambres de un parral, se descolgaban en gotas en forma de pera y a medida que bajaban se transformaban en esferas perfectas. Entonces ideó una torre con ventanas y agua en el fondo y al echar plomo derretido por una criba situada en la parte más alta, las gotas llegaban al agua redondas y frías. Acababa de inventar la fábrica de perdigones.

stats