El rapto de Europa

El parlamento europeo ¿Somos conscientes de su trascendencia para la agricultura almeriense

13 de junio 2024 - 00:00

Agénor era príncipe de Tracia. Ayudó en la defensa de Troya. Los griegos conquistaron Troya gracias a la estratagema del famoso caballo. Destruir desde dentro naciones, culturas, organizaciones e instituciones está más que inventado. Según relata Apolodoro de Pérgamo (104 a.C.- 22 a.C.) Agénor se marchó a Fenicia donde se casó con Telefasa. Fundaron una dinastía que gobernó a los fenicios. Eran los padres de Europa. Un día Europa estaba en la playa con sus amigas. Zeus la vio y enseguida se sintió atraído por su belleza. Para acercarse a ella se transformó en un toro blanco. Se sentó a los pies de la joven hasta ganarse su confianza. Entonces aprovechó la ocasión. Europa se había sentado sobre su lomo, se levantó echado a correr para adentrarse en el mar hasta la isla de Creta. Este es uno de los grandes mitos de la antigua Grecia. Situémonos en la Europa presente. Teniendo en cuenta la capacidad legislativa y política de la Unión Europea y el parlamento de Bruselas. Valorando la trascendencia de todas las instituciones europeas en nuestra vida cotidiana. Poniendo sobre la mesa la repercusión de sus decisiones sobre el sector primario, la seguridad alimentaria y el agua. Un sector importantísimo para España. Un sector vital para Almería. Nuestra provincia tiene mucho que decir al respecto en Sevilla, Madrid y Bruselas. En general analizando su manifiesta incapacidad para hacer frente al acoso de las garantías constitucionales en la Unión. Pésima gestión en política internacional. Inmigración descontrolada. La falta de responsabilidad y liderazgo en la defensa de los valores de la cultura occidental. Desertar de preservar la calidad educativa y cultural. Ningunear los peligros del apabullante deterioro de la seguridad ciudadana. Por ejemplo ¿cuáles son las cifras reales de las violaciones de mujeres en Europa? Mucha burocracia e hipocresía. Escuálida contundencia para combatir la corrupción. Pensando en todo ello; que patética campaña electoral ha representado la grey política europea. No sólo es su anemia moral e intelectual. Es el despilfarro del dinero que recaudan con la brutal carga impositiva que soportamos. Los actores del poder en Europa miran al koilon (teatro griego, conjunto de gradas donde se sentaban los espectadores) preocupados por pastorear a los ciudadanos expectantes. Expectación no. Más implicación en cómo nos gobernamos.

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