Paisaje urbano
Eduardo Osborne
La senda de Extremadura
Desde hace varios años venimos avisando de los riesgos del mal uso de las redes sociales. Si consideramos cómo estas se han convertido en transmisoras de insultos y mentiras de todo tipo, amén de altavoces para políticos de dudosos valores democráticos, cuando no delincuentes, la sociedad debería disponer de una legislación que frene la expansión sin control. La defensa de la libertad de expresión no puede servir de excusa para seguir permitiendo que sigan promoviendo odio y falsedades. El acceso de menores a estas redes, a edades tempranas, convierte a estos en víctimas de un sistema de comunicación que normaliza los peores usos y los incorpora a sus hábitos perpetuando el problema. La más usadas, WhatsApp, seguida por Instagram y en tercer lugar TikTok, este en constante aumento como canal informativo para los más jóvenes.
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