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Javier Soriano

23J, santa brígida, patrona de Europa

08 de julio 2023 - 00:00

Hoy en día, los medios de puntería son tan precisos que lo normal es alcanzar un objetivo con el primer disparo, pero esto no era lo habitual en mis tiempos en los que se precisaba “ahorquillar el blanco”. Cuando el primer proyectil caía a una distancia (corta o larga) y dirección (deriva) erróneas, el segundo probablemente encontrase ya la dirección correcta pero todavía no la distancia, con el tercero, largo respecto al blanco, y finalmente el cuarto proyectil caía centrado, quedando entonces “ahorquillado el blanco”.

En el caso que nos atañe, el día elegido para las elecciones generales no ha sido el domingo 16, Día de la Virgen del Carmen, Patrona de la Armada y de las gentes del Mar. Este “disparo” se quedó corto. Tampoco ha sido el martes 25 de julio, Día de Santiago Apóstol, Patrón de España y del Arma de Caballería. Esta vez, el “disparo” se pasó de largo. Tampoco ha sido el martes 18 de julio, en este caso se quedó también corto, pero hubiera resultado un buen “golpe” elegir ese día.

Al final, el tiro quedó ahorquillado en el día 23 de julio, que también tiene sus connotaciones, ya que es el Día de Santa Brígida, que resulta ser una de las Patronas de Europa, y precisamente cuando nuestro Gobierno asume la presidencia del Consejo de la Unión Europea.

Europa tiene no uno, sino seis Santos Patronos que son: San Benito, proclamado Patrono de Europa por Pablo VI en 1964. San Cirilo y Metodio, proclamados co-Patronos en 1980 por Juan Pablo II. Y tres Santas proclamadas co-Patronas de Europa en 1999 por San Juan Pablo II: Santa Brígida de Suecia, Santa Catalina de Siena y Santa Teresa Benedicta de la Cruz. Pero, ¿por qué la Iglesia ha elegido santos patronos para Europa? Si los Santos son un ejemplo y una fuente de inspiración para muchas otras personas, está en la tradición de la Iglesia Católica poner actividades o territorios bajo la protección especial de un Santo. Es, en este sentido, en el que la Iglesia ha elegido a estos Santos Patronos europeos, cuya santidad se expresó en circunstancias históricas y en un contexto geográfico que los hacen particularmente significativos para el continente europeo.

Respecto a Santa Brígida, canonizada en 1391 por el Papa Bonifacio IX, su figura ha sido muy querida por los últimos Papas. El Papa Benedicto XVI le dedicó una catequesis en la audiencia general y el Papa Francisco quiso canonizar a María Isabel Hesselblad, que en el siglo XX había renovado la Orden del Santísimo Salvador, fundada por la Santa en 1346, siempre en la estela de la búsqueda de la paz y de la unidad tan querida por Brígida, una mujer comprometida por Europa, que escribió a los gobernantes para que se pusiera fin a la Guerra de los Cien años entre Francia e Inglaterra. Decisivas en aquel período sus obras de caridad. Ella, que había sido noble, vivió en la pobreza, debiendo también pedir limosna en las puertas de las iglesias. Murió el 23 de julio de 1373 en Roma, confiando la Orden del Santísimo Salvador a su hija Catalina que, una vez viuda, se había unido a ella cuando se encontraba en Farfa (Italia).

En la carta apostólica para la proclamación de Santa Brígida de Suecia, junto con Santa Catalina de Siena y Santa Teresa Benedicta de la Cruz, co-Patronas de Europa, el Papa Juan Pablo II nos dice, entre otras cosas, “para edificar la nueva Europa sobre bases sólidas, no basta ciertamente apoyarse en los meros intereses económicos, que, si unas veces aglutinan, otras dividen; es necesario hacer hincapié más bien sobre los valores auténticos, que tienen su fundamento en la ley moral universal, inscrita en el corazón de cada hombre. Una Europa que confundiera el valor de la tolerancia y del respeto universal con el indiferentismo ético y el escepticismo sobre los valores irrenunciables, se embarcaría en una de las más arriesgadas aventuras y, tarde o temprano, vería retornar bajo nuevas formas los espectros más temibles de su historia…El papel del cristianismo, que indica incansablemente el horizonte ideal, se presenta una vez más como vital para evitar esta amenaza.”

Es indudable que nuestro Gobierno no ha decidido que el 23 de julio elijamos a los que van a regir nuestro destino en los próximos 4 años porque sea el Día de Santa Brígida, pero las casualidades han hecho que coincida con el Día de la Patrona europea que tanto se implicó por la paz ya en el siglo XIV. El Gobierno ha decidido la fecha, ahora somos los ciudadanos los que tenemos el derecho de decidir su continuidad o no.

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