
Libertd Quijotesca
Irene Gálvez
Sabemos que nos mienten
Hubo una seria apuesta desde el ayuntamiento de Mar Vázquez Agüero para que las calles de su ciudad tuvieran unos toldos que las hicieran más habitables para los vecinos ante los calores del pasado verano. Los cuarenta grados a la sombra fueron la tónica normal durante los mismos. En estos días se nos anuncia toldos en Obispo Orberá, y otras calles peatonales. Si hemos de ser sinceros, los colocados el pasado verano no estaban mal. Quedaban muy bien sobre las cabezas de los paseantes. Blancos ellos, a buena altura, de calidad excelente y dejando pocos espacios entre ellos por donde se cuele Lorenzo. El sol, no piensen en el señor Lorenzo, líder apeado de los sanchistas provinciales. La idea no parecía mala en un principio. Se ha visto en otras calles de ciudades donde el calor aprieta en los mismo días que lo hace aquí. Por lo tanto, buena opción, y cabezas más frías de los ciudadanos protegidos por esos blancos toldos. Todo parecía ir por buen camino para el proyecto. Por lo que extrañó que al final los toldos del pasado verano se quedaran solo en calle y media. ¿Y las demás? No hubo acuerdo con los vecinos. ¿Por qué? Aseguran que el ayuntamiento no supo negociar con los representantes. Habrá que esperar que esta próxima temporada, el calor ha llegado con fuerza y sin ganas de dejarnos, sea mejor y que la historia de los toldos no se quede solo en calle y media. Y mientras eso llega, vamos con lo que se contaba de la historia de la negociación. Los mentideros sociales manifestaban que el ayuntamiento estaba decidido a colocar los toldos por...bemoles. Hubo reuniones con vecinos, comerciantes y asociaciones. Las cosas no estaban claras entre las partes. Había más objeciones a la medida que adhesiones a la misma. Las reuniones acababan como el rosario de la aurora, y las voces no se ponían de acuerdo. La situación estaba dividida entre los que estaban a favor y los que se manifestaban en contra. La decisión final, que no gustó a parte de los vecinos y comerciantes, fue tomada por el ayuntamiento, dicen que a las bravas y sin satisfacer a todas las partes. Por…bemoles. Y ese es el motivo de que solo calle y media en la ciudad estuvieran ofreciendo a los ciudadanos una merecida sombra en los días calurosos del pasado verano. Hacer las cosas por, se tuercen a veces, como sucedió el año pasado. Creo que los toldos son positivos en los veranos que se están viviendo, y los que van a venir. Habría que llegar a un acuerdo para este, y el aumento de calles parece positivo. Solo desear que María, la alcaldesa, haya mandado a un mejor negociador.
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