La UE se suma a la cacería

Los bulos y la casquería que acosan al Gobierno no cesan, y ahora se suman pseudomedios europeos como el británico The Telegraph, que ha dicho que el apagón pudo deberse a un experimento del Ejecutivo al ir aumentando poco a poco la dependencia de las renovables para eliminar gradualmente la aportación nuclear y… ¡huy, se ha ido la luz! “Pues a mí no me parece tan descabellado, y no sería el único experimento: lo del extremeño Gallardo, y no digamos lo de esa presunta ‘fontanera’ que llamó ‘monja insulina’ a Susana Díaz, ¿vale?, buscarían medir la capacidad de asombro y las tragaderas del personal para...”. ¡Fachosfero, máquina del fango, que eres un máquina del fango! “Bueno, bueno, no he dicho nada, vamos a dejarlo en que la Orden de las Insulinas sería la de aquellas monjas que, de tanto tomar los dulces que elaboran, son inmunes a la diabetes”. ¡No hay experimentos! ¡Los experimentos, con gaseosa! Se ataca a nuestro presidente “por tierra, mar y aire” (“¡Españoles, el gobierno progresista está en peligro, acudid a salvarlo!”, le falta gritar a María Jesús), y si no tuviéramos bastante con la cacería interna, ahora la Unión Europea parece sumarse a esta operación de acoso y derribo al aplazar la votación para hacer oficial el catalán (y de paso el euskera y el gallego), sabiendo que era una exigencia de Puigdemont para sostener a Pedro. Pero si ha querido tumbar al Gobierno, le ha salido el tiro por la culata, ¿o es que acaso ignora que en su extrema debilidad, aunque parezca una paradoja, tiene nuestro presidente su gran fortaleza? ¡Aguantará hasta 2027 y más allá porque así lo quieren sus socios parlamentarios!

Puchi sabe que su Pedro lo ha intentado y que Albares no ha podido esforzarse más, y ha tuiteado que toda la culpa la tiene Feijóo, que “ha traicionado al Reino de España” (dicho así parece que España le importara algo). Y sabe que si deja caer al presidente va a ser mucho peor. Ahora lo mismo exige al Gobierno que comunique a Bruselas que España, además de correr con todos los gastos derivados de introducir nuestros tres idiomas cooficiales (¿a quién habrán consultado?), también estaría dispuesta a costear la oficialidad de todas las lenguas minoritarias de la UE, si se produjera una especie de ‘efecto llamada’. ¿Por qué no? ¿Será por dinero? Pero Bruselas sigue con la cacería: ahora parece oponerse a que el Gobierno no apruebe o limite la OPA del BBVA al Sabadell. ¡Nos tienen manía!