Un pueblo de Almería blinda a sus mayores contra los efectos de las altas temperaturas

El cambio climático es innegable. Cada año la temporada estival está protagonizada por olas de calor cada vez más frecuentes, se alcanzan mayores temperaturas máximas y las estaciones de primavera y otoño se acortan provocando variaciones térmicas más extremas que ponen a prueba la capacidad de reacción de la población. Especialmente vulnerables a las cambiantes condiciones climáticas son las personas mayores, ya que, según el informe del Plan nacional de actuaciones preventivas de los efectos del exceso de temperaturas sobre la salud de 2024, durante los meses de verano se produjeron 2.011 muertes atribuibles a las olas de calor en España y en el 90% de los casos las víctimas tenían más de 75 años.

La salud de grupos vulnerables como pueden ser las personas mayores de 60 años, personas con enfermedades previas o niños y niñas, puede verse especialmente resentida cuando se expone a temperaturas excesivas, algunos de los problemas de salud derivados de las altas temperaturas pueden ser: calambres, deshidratación, insolación, golpe de calor (con problemas multiorgánicos que pueden incluir síntomas tales como inestabilidad en la marcha, convulsiones e incluso coma). Por ello es importante llevar a cabo desde las instituciones locales, regionales y nacionales un programa de concienciación y actualización de información al comienzo de cada campaña de verano como el que ha realizado hace unos días el Ayuntamiento de Huércal-Overa, que ha reunido a más de una veintena de mayores para ofrecerles un taller sobre los efectos del calor impartido por un equipo de enfermeras comunitarias del Centro de Salud de la localidad.

La sesión consistió en una serie de consejos prácticos sobre cómo protegerse de los rayos solares y se les hizo entrega de muestras de producto fotoprotector. No faltaron las recomendaciones de integrar en nuestra rutina una serie de hábitos básicos para sobrellevar las altas temperaturas: hidratación frecuente, fundamental para evitar la deshidratación y para lo que recomiendan beber “mucha agua a lo largo del día aunque no se tenga sed, evitar las bebidas azucaradas o el consumo de alcohol”. Buscar la sombra es otro de los consejos que ofrecieron a los mayores las profesionales sanitarias y evitar exponerse directamente al sol especialmente “durante las horas centrales del día, entre las 12:00 y las 17:00 horas”.

Nuestra vestimenta también puede colaborar en mantenernos frescos, usar prendas holgadas, de colores claros y transpirables nos puede ayudar a bajar la sensación térmica. Comer ligero con abundancia de fruta y verdura o mantener fresco el hogar bajando las persianas y manteniendo las ventanas cerradas durante las horas centrales del día son otros consejos para protegerse del calor este verano.