Una de las grandes virtudes de Fran Fernández es que no le tiembla el pulso a la hora de sacar canteranos, ya que los ha entrenado y sabe perfectamente lo que puede sacar de ellos. Con la marcha de Joaquín y la lesión de larga duración de Gaspar, dos eran los jugadores de las bases rojiblancas que comenzaron la campaña con el primer equipo: Chema y Sekou. El sevillano revoluciona los partidos siempre que sale en las segundas partes, mientras que el ariete todavía tiene que terminar de adaptarse a lo que el zapillero le pide.

Además de ellos, a diario entrenan varios jugadores del filial e incluso algún juvenil, con el primer equipo. La Copa, por ejemplo, la jugaron muchos jugadores del B y en las eliminatorias ante Málaga y Reus algunos como Callejón, Abenza o Martos demostraron que son de garantías para cuando Fran Fernández tenga que echar mano de ellos para algún partido. 

Las lesiones provocaron que para el partido del pasado sábado, el conjunto rojiblanco se quedara sin dueño del lateral izquierdo: Anoni estaba lesionado, mientras que Nano está sin ritmo después de una larga recuperación por su operación de tobillo. Ante ello, FF fue sensato y le doy la oportunidad a Iván Martos, en vez de hacer experimentos. El jugador de Manresa disputó un partido muy serio, yendo de menos a más y terminando el choque como un coloso, incorporándose incluso al ataque. 

El zurdo tiene un gran potencial y un futuro prometedor, por lo que el Almería debe estar rápido y hábil para evitar su marcha, como ha pasado con tantos canteranos que se han marchado cuando estaban hechos para jugar. El último caso estuvo a punto de ser Chema. Martos seguirá jugando con el filial, pero ya sabe que FF lo tiene en su mente para cuando lo necesite.