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Echar a volar para recuperar especies

  • Más de 250 personas colaboran con científicos para rescatar ejemplares depredadores de plagas

  • Ha permitido construir hoteles de insectos y nidos para aves

El proyecto Echa a volar, integrado en el programa regional Andalucía, mejor con ciencia, impulsado por la Fundación Descubre, ha implicado a más de 250 personas ha permitido construir e instalar nidos y hoteles de insectos para combatir plagas y proteger la fauna urbana en el municipio. Esta iniciativa de ciencia ciudadana persigue la implicación activa de la comunidad para resolver problemas locales utilizando el asesoramiento científico para facilitar la recuperación de especies beneficiosas de aves e insectos en Aguadulce y Roquetas de Mar.

Los participantes han convertido y reciclado materiales cotidianos en distintos formatos de nido que se han instalado en diferentes localizaciones de Aguadulce para facilitar que, la próxima primavera, especies de aves migratorias beneficiosas para el equilibrio en la biodiversidad local se instalen en el municipio. El proyecto ha permitido anclar cinco cajas nido para vencejos comunes, diez nidos para avión común y golondrina, dos refugios de murciélago y seis hoteles para insectos.

El proyecto pretende combatir la disminución constante de ciertas aves insectívoras, de murciélagos, abejas y otros insectos, que cada vez cuentan con menos población en Aguadulce. La pérdida de estas especies responde a los cambios en la agricultura de la provincia, protagonizada ahora por un modelo intensivo y bajo plástico que ha modificado el entorno, y por la eliminación de nidos naturales, pese a ser una práctica prohibida. La iniciativa ofrece nuevos asentamientos para que estas especies beneficiosas se instalen en el municipio.

La iniciativa 'Echa a volar' nació en enero del año pasado para buscar solución a la paulatina desaparición en esta localidad almeriense de aves que se alimentan de insectos como la golondrina, el avión o el vencejo común, murciélagos y otras especies polinizadoras silvestres, como las abejas y las avispas. Los nuevos nidos contribuyen ya a recuperar su asentamiento en la localidad.

Tras detectar el problema, el proyecto impulsado por la Sociedad para el Estudio y Recuperación de la Biodiversidad Almerienses (Serbal) empezó a tomar forma con talleres que implicaron a la comunidad científica, pero también a Ecologistas en Acción, la Universidad de Almería y agentes sociales como Kolectivo Aldaba o la Asociación Posidonia Aguadulce. Serbal se encargó de formar a monitores y enseñarles a construir estos nidos y 'hoteles'. La comunidad implicada en el proyecto ha resumido los logros alcanzados en un vídeo y enseña además a construir nidos para que esta iniciativa de ciencia ciudadana siga creciendo. El proyecto logró así la implicación de los institutos El Parador y Carlos III, del CEIP Gabriel Cara, la Escuela Familiar Agraria Campoamor y el Ecocampus de la Universidad de Almería, cuyos estudiantes aprendieron a convertir periódicos o botellas de plástico usadas, y elementos naturales como la madera, en nidos y hoteles de insectos.

Con el asesoramiento científico de la veterinaria Maite Amat y el investigador de la Estación Experimental de Zonas Áridas (EEZA-CSIC) Francisco Valera Hernández, el proyecto se ha convertido en realidad. Por ejemplo, durante las charlas de introducción, los expertos expusieron las diferentes especies presentes en Aguadulce, su papel en la sostenibilidad de la biodiversidad local y la necesidad de mantener su presencia en el municipio. Logró además concienciar a los estudiantes, que ahora son conscientes de las aves de este núcleo urbano y de la importancia de combatir la práctica de destruir los nidos naturales de su entorno.

Las labores de investigación y documentación, lideradas por Serbal, contaron además con la colaboración del ingeniero civil e investigador de la Universidad de Almería Francisco Javier Martínez Rodríguez. Este asesor recordó en una charla la importancia de las construcciones hidráulicas, como pozos y motores, para fijar en el entorno población de este tipo aves que se alimenta de insectos.

El alumnado de 4º de la ESO del IES Carlos III, con el apoyo de su profesora de ciencias, Rocío Rivera Sánchez, empezó en 2016 un proyecto para investigar grupos de fauna beneficiosos para el equilibrio ambiental, un trabajo que expusieron con códigos QR incluidos para destacar el papel de golondrinas o murciélagos en la lucha contra las plagas.

La divulgación es una de las fases de los proyectos de 'Andalucía, mejor con ciencia'. En este caso, se ha organizado un 'Café con ciencia' para conocer las características de los diferentes tipos de aves de Aguadulce, sus funciones y los beneficios de su presencia. Los participantes de este encuentro organizaron además un avistamiento de aves en el entorno y visitaron una colonia de murciélagos. La implicación de toda la comunidad quedó patente además con una jornada de tatuajes solidarios impulsada por el estudio La Trama Tatto, que realizó una veintena de tatuajes con motivos relacionados con el proyecto para recaudar fondos para las asociaciones implicadas.

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