Agricultura

La agricultura sigue siendo masculina

  • La Ley de titularidad compartida de explotaciones agrarias no termina de implantarse en el campo. A fecha de julio tan sólo había 14 inscripciones en la provincia de Almería y en toda Andalucía 36

La agricultura sigue siendo  masculina

La agricultura sigue siendo masculina / Javier Alonso (Campohermoso)

Hablar de la “Huerta de Europa” es hablar de Almería. Una provincia de la que salen a diario miles y miles de kilos de frutas y hortalizas para toda España y Europa. La agricultura fue hasta la década de 1960 el soporte principal de la economía española pero la población activa agraria se ha reducido mucho en los últimos decenios. La emigración de las zonas rurales ha afectado sobre todo a la población joven, jornaleros e incluso pequeños propietarios que han dejado sus propiedades en manos de quienes permanecen como agricultores. Almería, sin embargo, ha encontrado en la agricultura un sector importante para el desarrollo de la provincia, donde trabajan por igual hombres y mujeres especialmente en la zona conocida como Campo de Dalías y en la Comarca de Níjar. Por eso llama la atención que la Ley 35/2011 sobre titularidad compartida de las explotaciones agrarias no haya tenido la aceptación esperada y a fecha de julio de este año las inscripciones en el Registro de Explotaciones agrarias de Titularidad Compartida del Ministerio (RETICOM), refleja sólo 14 inscripciones en Almería y si hablamos de toda Andalucía la cifra se eleva a 36.

El 5 de enero de 2012 entró en vigor esta Ley 35/2011 para paliar la situación de desigualdad e invisibilización del trabajo de las mujeres rurales en el sector agrario y las consecuencias negativas que de ella se derivan. Sin embargo, el número de mujeres que se han acogido a esta ley ha sido mínimo. Se sigue trabajando para conseguir los objetivos previstos como: profesionalizar la actividad agraria de las mujeres, mejorar la participación femenina en las organizaciones agrarias, visibilizar el trabajo de las mujeres en las explotaciones agrarias, fomentar la igualdad, mejorar la calidad de vida en el medio rural y ayudar al asentamiento de la población rural.

Se apuesta por profesionalizar y visibilizar el trabajo de las mujeres en las explotaciones agrarias

Esta ley se creó como figura clave para promocionar la incorporación de las mujeres a la actividad agraria. La titularidad compartida es una figura jurídica de la explotación agraria a la que pueden acogerse aquellas parejas que comparten el trabajo y gestión de la explotación. Permite que la administración, representación y responsabilidad de la explotación sea de las dos personas titulares, fomentando la igualdad entre ambas. Con su aplicación se podrían evitar situaciones como, por ejemplo, la vivida por Dolores Rodríguez que tras 40 años dedicada a la agricultura junto a su marido, no ha tenido acceso a los beneficios que él si ha disfrutado, tras la jubilación. No podemos olvidar que las mujeres representan más de un tercio de las personas que trabajan en las explotaciones agrarias familiares, pero, en la mayor parte de los casos, tan sólo los hombres figuran como titulares de las explotaciones mientras que ellas aparecen como cónyuges en la categoría de “ayuda familiar”. Pese a que la inmensa mayoría de las mujeres agricultoras comparten las tareas agrícolas de las explotaciones familiares con sus parejas, estas actividades son consideradas como una extensión de sus tareas domésticas y de cuidados.

Paqui Iglesias, secretaria general de la Unión de Pequeños Agricultores de Almería, se muestra optimista con el devenir de este registro “ya se está produciendo un pequeño aumento de inscripciones. Durante los primeros años resultó difícil la inscripción por falta de información”.La representante sindical resalta la importancia de que las mujeres puedan trabajar en el campo con los mismos derechos que los hombres “hasta ahora ha sido un sector muy masculinizado y por eso es muy importante que se avance y que las mujeres, que también trabajan en las labores del campo tengan los mismos beneficios”. La titularidad compartida de las explotaciones agrarias supone la Administración, representación y responsabilidad sobre la explotación, el reparto de rendimientos al 50%, la consideración de ambos titulares como beneficiarios directos de las ayudas y subvenciones de las que sea objeto la explotación y la cotización en la Seguridad Social por parte de ambos miembros.

Para fomentar el registro de explotaciones en régimen de titularidad se han adoptado una serie de medidas como son: ventajas a la hora de acceder a la condición de explotación prioritaria, trato preferente en las bases reguladoras de las subvenciones financiadas por la Administración General del Estado (AGE) o acceso preferente de los cotitulares a actividades de formación y asesoramiento en materia de agricultura.

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