Cursos de Verano de la Universidad de Almería

"Almería es referente mundial en mejora genética de frutas y hortalizas"

  • El Centro de Cultura de Cajamar acoge el curso de verano con mayor volumen de alumnos matriculados y ponentes de prestigio internacional

Almería es referente mundial en mejora genética de frutas y  hortalizas

Almería es referente mundial en mejora genética de frutas y hortalizas / Rafael González (Almería)

El Centro de Cultura Cajamar (Casa de Las Mariposas) ha concentrado hoy la máxima expectación con uno de los cursos de verano de la Universidad de Almería con más alumnado de esta XX edición. En total, unas 60 personas se han matriculado y participan hasta el viernes en la propuesta Los genes que comemos: presente y futuro de la manipulación y mejora genética de frutas y hortalizas, que fue inaugurada por los dos directores de la misma, Manuel Jamilena Quesada, catedrático de Genética, y Cecilia Martínez Martínez, profesora de Genética, ambos de la Universidad de Almería.

Manuel Jamilena, catedrático de Genética de investigador de la Universidad de Almería Manuel Jamilena, catedrático de Genética de investigador de la Universidad de Almería

Manuel Jamilena, catedrático de Genética de investigador de la Universidad de Almería / Rafael González (Almería)

Como explicó Jamilena a Diario de Almería, “el curso principalmente combina la mejora genética de las plantas con la alimentación. Lo que se pretende con esta iniciativa es eliminar el miedo a lo que se come, sobre todo desde el punto de vista de la genética”. Manuel Jamilena asegura que “la realidad es que continuamente estamos comiendo y procesando genes de animales, de plantas, de virus y bacterias... y aquí es donde debemos perder el miedo a tomar organismos modificados genéticamente. La sociedad debe conocer que en Almería actualmente no se produce nada transgénico. Pero es que además, no se produce casi nada transgénico en el resto de Europa. Las frutas y hortalizas que nos comemos son todas variedades tradicionales”, pero sin embargo, insiste en que “hay que tener miedo a comerse un alimento modificado genéticamente, pues a lo que sí hay que tener miedo es a todos los químicos que comemos en un tomate, por ejemplo”.

Investigadores de la UAL apoyan a empresas de semillas que hacen las variedades de frutas y hortalizas para buscar nuevas características que permitan ir hacia una agricultura más sostenible y a tener resistencias genéticas a virus para evitar el uso de pesticidas

Jamilena ha sido precisamente el encargado de abrir el curso en su primera jornada con una ponencia sobre mejora genética de frutas y hortalizas. En este sentido, ha tratado de dejar patente que “desde la Universidad de Almería y desde su grupo de investigación están apoyando a empresas de semillas que hacen las variedades para buscar nuevas características que nos permitan ir hacia una agricultura más sostenible, a tener resistencias genéticas a virus con el fin de tener que usar pesticidas, y para que los frutos crezcan sin tener que echarle hormonas. Trabajamos en crear nuevas variedades más resistentes al cambio climático por ejemplo”.

El grupo de investigación Genética de Hortícolas desarrolla actualmente investigaciones que son claves para las empresas de semillas.

Este es un curso que ha tenido mucha acogida, principalmente por la relevancia de la agricultura en esta provincia, pero además por el prestigio de los ponentes que van a participar durante estos tres días. Entre otros, destaca Pere Puigdomenech, profesor de Investigación VSIC en CRAG y que tratará de explicar a los asistentes la realidad o ficción de las hortalizas transgénicas. Así como otro ponente de renombre que viene desde Toulouse, Francia, Mondher Bouzayen, profesor de INPT-University, cuya ponencia se titula Genetic dissection of tomato fruit set and development: from hormones to genes and mirnas. Se trata de investigadores de centros punteros.

Tecnología y ciencia para producir tomates

“Almería es un referente a nivel mundial en mejora genética y la sociedad aún no es consicente de ello”. Así de contundente lo trasladó Manuel Jamilena a los estudiantes, a quienes explicó que “no es por la producción de tomates, sino por la tecnología y la ciencia que se hace para producir tomates. Cuando cambiemos esa visión estaremos conquistando el mundo de la horticultura y de la mejora genética. Lo que tenemos que hacer es desarrollar tecnologías que nos permitan ser referentes y que al final no produciendo tantos tomates seamos capaces de vivir de ese negocio, por ejemplo vendiendo nuestras variedades a Marruecos, a México... donde haga falta. Hay que apostar por la tecnología, como lo hemos hecho con los invernaderos de calidad, donde también somos líderes”, asegura el catedrático de Genética.

Investigación sobre el sexo de las sandías 

El grupo de investigación en el que está integrado Jamilena actualmente investiga mejoras genéticas en productos como el calabacín y la sandía principalmente. Como avanzó a este periódico, “estamos trabajando sobre resistencias genéticas a salinidad, a daños por frío en calabacín, y en sandía sobre todo en cuestiones que tienen que ver con el cuajado de la fruta y con el sexo”. Precisamente sobre esta investigación trasladó datos y conclusiones a los alumnos del curso.

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