Déficit hídrico

El mundo al revés: Almería, el ‘secarral’ español, suda pero no restringe el agua

Unos bañistas se quitan la arena en las duchas del Zapillo. En otras partes de España ya no se puede. Unos bañistas se quitan la arena en las duchas del Zapillo. En otras partes de España ya no se puede.

Unos bañistas se quitan la arena en las duchas del Zapillo. En otras partes de España ya no se puede. / Rafael González

Escrito por

· Pablo Laynez

Redactor

El mundo al revés. La seca y árida Almería tiene agua para resistir la canícula veraniega, mientras que la España húmeda y frondosa, por desgracia, impone todo tipo de restricciones para garantizar el líquido elemento en lo esencial a sus ciudadanos. ¿Y cómo puede ser esto cuando históricamente la provincia ha sido el secarral de la Península Ibérica? Al final, cuando el ser humano se ve contra la espalda y la pared, optimiza sus recursos.

“Pienso que en la provincia no va a haber restricciones. No sé si en algún punto del interior puede haber algún momento de dificultad, pero en las grandes capitales del litoral almeriense, tenemos el agua garantizada con las desaladoras. Salvo que haya un desastre con éstas, lo normal es que todo funcione bien. Siendo la provincia más seca de España, cuando te falta un recurso mayores medidas se toman. Otras provincias que dependan de una presa, se confían y pueden tener problemas”, explica claro y conciso José Antonio Fernández, presidente de la Federación de Regantes de Almería.

Para entender el por qué de esta antítesis hídrica, hay que pensar que Almería lleva poniendo parches a su herida acuosa desde hace décadas. “Nuestra situación es diferente al resto de España. Nosotros no dependemos de los pantanos y nuestra poca dependencia este año es afortunada. Las desaladoras están al cien por cien las que funcionan como son Carboneras y el Poniente, ya que Rambla Morales y Villaricos están inutilizadas y nos vendrían muy bien usarlas. La de Almería tendría que estar al cien por cien, pero al no estarlo, se la llevan del acuífero del Poniente, que es cierto que está sobreexplotado”.

Precisamente el agua subterránea es la gran balsa de Almería. “De los acuíferos es de donde más agua sacamos. El del Poniente produce unos 170 hectómetros cúbicos”. La lluviosa primavera pasada lo fue en toda España, pero como en Almería la gente está acostumbrada a las vacas flacas, supo bien cómo gestionar esas cargas de aguas subterráneas y de sus pantanos: “Las lluvias de la primavera permite tener ahora el pantano de Cuevas en 36 hectómetros y en 14 el de Benínar. Aunque en el Almanzora hay ciertos recortes al no llegar el agua del Negratín, el pantano de Cuevas les va a salvar la cosecha de verano. Pasado éste, veremos cómo queda el tema”, dice con incertidumbre el presidente de Feral.

En la misma línea se expresa Andrés Góngora, presidente de Coag. Cree que una vez que esté toda la cosecha plantada, la situación se puede tensar si no aparecen las lluvias. “Nuestra demanda fuerte de agua vendrá en septiembre. Hay cultivos que se están atrasando, hay mucho invernadero aún vacío. Pero a finales de septiembre va a estar todo sembrado y ahí podemos vernos comprometidos, sobre todo si las desaladoras no dan a basto. Del pantano de Benínar no viene nada y sólo nos quedan las reutilizadas, como son la de la Vega de Almería y Cuatro Vegas. Estamos muy cogidos con pinzas, imagínate un problema en la desaladora de Carboneras, sería una situación extrema porque de los acuíferos no se puede tirar de ellos, tan solo un poco del Poniente. En el Levante no están sembrado nada porque directamente no tienen ahora agua”.

Tierra cuarteada debido a la sequía en el embalse de Lindoso, en Orense. Tierra cuarteada debido a la sequía en el embalse de Lindoso, en Orense.

Tierra cuarteada debido a la sequía en el embalse de Lindoso, en Orense. / Efe

Ante ello, toca ser consecuentes con la situación en el inicio de la campaña agrícola. Éste año el Negratín no va a aportar nada a la provincia. Son 50 hectómetros cúbicos los que aporta cada año y éste nada por primera vez desde que existe este trasvase. Ante ello, el agua vendrá en buen parte de los pozos subterráneos, lo que limitará los cultivos y la producción por la salinidad. “No creo que haya restricciones. En el Almanzora todo va a depender de las plantaciones que haya en verano y cuándo empiece a llover. En la Comarca de Níjar o Bajo Andarax pueden tener problemas puntuales en época de máxima demanda. Si el agricultor no prevé tener agua almacenada, sí puede haber algún problema puntual ya que la desaladora o la planta regeneradora de agua cada día produce el mismo volumen”, apunta Fernández.

Cincuenta hectómetros cúbicos es el volumen de los pantanos de la provincia: 36 en Cuevas y 14 en Benínar

Hay quien mira al cielo, hay quien reza a Santa Bárbara, pero el presidente de Feral a lo que apunta es a las desaladoras. “Nuestro futuro es la desalación, 210 hectómetros cúbicos en el plazo de cinco años es lo que necesita Almería para garantizar el agua. Aquí somos punteros en aplicar todas las tecnologías para no derrochar el agua”.

Mientras sí, mientras no, Almería seguirá con su fama de seca y calurosa dentro de una España cada vez menos frondosa, pero la única verdad es que ante el agua, es la hormiga ibérica, nunca la chicharra.

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