La Sudelegación del Gobierno en Almería ha apelado a la responsabilidad personal y a la prudencia individual ante la posibilidad de que vuelvan a repetirse las arriesgadas intromisiones por parte de viandantes y ciclistas en la zona acotada de El Cañarete. “Si hay riesgos de desprendimientos, no tiene porqué caer una roca de tres toneladas, pueden caer en cualquier momento piedras pequeñas y arrastrar al fondo de la playa al papá que va con la bicicleta con el niño detrás”.

Sin cortapisas se ha expresado así el subdelegado del Gobierno en Almería, Manuel de la Fuente, sobre estas imágenes de ciclistas obviando las señales de advertencia y saltando las vallas que impedían el acceso al tramo de la carretera que, durante nueve meses, fue objeto de obras de emergencia desde septiembre de 2020 a mayor de 2021. O también viandantes curiosos que luego colgaban fotos de estos anteriores desprendimientos en las redes sociales e incluso hacían seguimiento del ritmo de los trabajos.

Manifestándose ajeno a estas actitudes que pueden volver a repetirse, De la Fuente incidió que “mientras haya riesgo en El Cañarete, por ahí no puede pasar nadie”, a lo que añadió que la situación actual, provocada por la caída de una roca de varias toneladas el pasado día de 9 en las proximidades del restaurante La Gruta, “está suficientemente anunciada”, por lo que “quien traspase los límites será bajo su estricta responsabilidad”, ha advertido el representante gubernamental.

Ahora mismo se puede circular desde Almería hasta El Bello Rincón y, como incidió el subdelegado, el acceso a la zona de El Palmer ha de realizarse desde Aguadulce. Es decir, los conductores desde la capital tienen que dar ese rodeo por la localidad roquetera pasando por la autovía.

De la Fuente incidió en la importancia de evitar riesgos innecesarios, sobre todo en estos momentos en los que ni siquiera hay actuaciones en marcha para reforzar la seguridad de los taludes, ya que antes tiene que llegar la declaración de obras de emergencia que se encuentra en trámites con el peritaje del actual tramo afectado.

Hace referencia con ello el subdelegado a la última etapa de las anteriores actuaciones, con un nivel mayor de seguridad y muy avanzadas las obras, cuando El Cañarete se convertía en un espacio de deporte y recreo para muchos vecinos –sobre todo de Aguadulce–, que veían una oportunidad de corredor sostenible.